Una idea que nació del acuerdo entre empresarios y el gobierno federal (entonces encabezado por Felipe Calderón), fue el llamado “El buen fin” para adelantar el aguinaldo a los trabajadores y que estos lo gasten en el menor tiempo posible, inspirado en el “Viernes negro” de Estados Unidos.

Los involucrados han informado que en el primer año participaron 220 mil empresas, logrando ventas por 106 mil millones de pesos. Y para el año anterior de 2012 aumentó la participación de las empresas hasta llegar a la cantidad de 566 mil, logrando ventas hasta por 148 mil millones de pesos.

El “bombardeo” de la publicidad y la inercia de una cultura consumista hacen que se gaste por adelantado, supuestamente para reactivar la economía por medio del consumo. Lo malo que esos empresarios nada hacen por elevar los salarios, prestaciones y calidad de vida de los consumidores, simplemente fomentan el consumo febrilmente.

Para este año, las tiendas participantes en la vorágine del consumismo exacerbado de “El buen fin” llevarán a cabo del 15 al 18 de noviembre, con la participación de más de 660 mil comercios, empresas de servicio y turismo, ofreciendo descuentos (según ellos), desde 10% hasta 70% ¿Engaños y verdades? Un ejemplo se me viene a la mente del primer año del festival del consumismo.

Una de esas grandes tiendas transnacionales se vio abarrotada por los eufóricos clientes y las filas en las cajas interminables. Como es mi costumbre, al otro día pregunté al personal que ahí labora sobre las ventajas de las rebajas; grande fue mi sorpresa, no hubo rebajas, solo créditos hasta de 36 meses ¿Cuál ventaja entonces para la economía familiar? ¡Ninguna! Todo es una ilusión. Otras tiendas sí promovieron “rebajas” sin regalar sus productos.

La finalidad no es otra que la de afianzar la cultura del consumismo entre los mexicanos. Por ello es prudente y necesario que se cuide y priorice el gasto familiar. Nada de consumo de productos chatarra, mucho menos de aquellos que son innecesarios para el hogar o de aquellos que hay que renovar porque ya salió el nuevo producto.

Que es necesario reactivar la economía mexicana, sí la mexicana es cierto. Sin embargo, la mayor parte de los productos son de importación ¿Entonces? ¿Por qué no mejoran los salarios y prestaciones de los trabajadores para aumentar permanentemente el poder adquisitivo de compra de las familias mexicanas? ¿Por qué promover el desenfrenado consumo cuando hay otras prioridades en la economía familiar? ¿Por qué arrebatarle al trabajador el poco excedente de dinero que recibe a lo largo de todo un año de esfuerzo de trabajo? ¿Por qué no educar al consumidor mexicano a priorizar y cuidar su gasto familiar?

Llegó pues el tercer aniversario de “El buen fin”. El consumidor deberá ser sumamente cuidadoso en su gasto y evitar dilapidar su patrimonio y aprovechar, si en verdad las hay, aquellas ofertas de productos que valgan la pena y sean realmente necesarios en su hogar.

No olvide que el próximo año pagará más impuestos. No cambie el oro por espejuelos ¡No regale su dinero, cuídelo!

Analista legislativo

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