El robo de combustibles a Pemex se ha convertido, según algunos expertos, en el negocio más lucrativo para el crimen organizado y el segundo como fuente de ingresos (el costo del combustible es prácticamente cero ya que se lo roban directamente de los ductos de Pemex). Se estima, la paraestatal perdió más de 60 mil millones de pesos entre 2009 y 2012 por fugas y el robo de combustibles. En lo que va de la administración del presidente Peña Nieto las pérdidas ya rondan los 100 mil millones de pesos, según el senador Roberto Gil.

Las pérdidas por robo de combustibles sin duda lesionan e impiden el desarrollo y crecimiento de Pemex, hecho que además le resta competitividad y que hoy, en un entorno de férrea competencia mundial, pudiera significar la sobrevivencia misma de la empresa productiva del Estado.

Aunado a lo anterior tenemos que el robo de combustibles genera, en demasiadas ocasiones, daños considerables al medio ambiente. Ello debido a que las conexiones que realizan los delincuentes no son siempre las más adecuadas y por lo tanto presentan fugas permitiendo entonces la fuga o derrame de combustibles lo que sin lugar a dudas lesiona la superficie del sitio y hasta el subsuelo cuando dicho combustible es absorbido por la tierra.

Sin embargo hoy me quiero referir a otro aspecto del robo de combustibles y que es el de la violencia desmedida y abominable que genera.

Es importante señalar que el narcotráfico y otras actividades del crimen organizado generan una gran dosis de narcoviolencia en donde las víctimas en su gran mayoría (93%) son criminales que se matan entre sí por el control de los territorios. Pero en el caso de los combustibles observo que no es así, observo que las víctimas son ciudadanos y familias que ni la deben ni la temen. Observo un juego malévolo y manipulador por parte de los criminales que roban combustible y que son conocidos como huachicoleros. Los observo manipular y jugar con la pobreza de la gente de las comunidades de la región del llamado Triángulo Rojo en el estado de Puebla, al utilizar a niños y mujeres como escudos en los enfrentamientos con las Fuerzas Armadas. Hecho que sin duda es cobarde y repudiable. También percibo que no vacilan en agredir a la ciudadanía tal y como lo pudimos constatar el miércoles pasado en la carretera de Puebla en la que una familia fue atacada por un grupo de 8 animales (con perdón de los animales, porque seres humanos no pueden ser) y en la que no solo sometieron y golpearon al papá, conductor de la camioneta que pretendieron robarle para destinarla al transporte de combustible robado, también estas bestias violaron a la mamá y a la hija de 14 años y además asesinaron de un balazo a un bebe de 2 años. Es decir, observo que los huachicoleros ya rebasaron todos los límites imaginables y que distinguen a los seres humanos. Parecieran inexistentes los más mínimos sentimientos de solidaridad humana y de respeto por la vida.

Por lo anterior es que pido y exijo al presidente Peña Nieto que no le tiemble la mano y haciendo uso de toda la fuerza del Estado acabe con este terrible flagelo. Celebro la decisión de enviar 2 mil 500 elementos de las Fuerzas Armadas a la zona para abatir a dos de los líderes huachicoleros: El Bukanas y El Toñín. Sin embargo me preocupa que estos simplemente migren a otra zona (efecto cucaracha) y particularmente a Querétaro —donde dicho sea de paso las autoridades estatales, con gran acierto y determinación, acaban de desmantelar una banda en la que participaban elementos de distintas corporaciones policiacas—. Aprovecho y señalo que se prevé que los ductos que pasan por Querétaro sean vigilados inclusive con drones.

También pido y exijo al presidente Peña Nieto que Pemex y la PGR enfrenten a la mafia que controla el robo de combustibles y que instale el sistema que sea necesario a fin de detectar cuando un ducto es perforado y el combustible extraído (el sistema ya existe y hasta donde entiendo es un sistema que se basa en detectores de cambios de presión indicando el lugar o tramo donde ese cambio ocurre —una perforación o pinchamiento de un ducto genera necesariamente un cambio de presión—). También se requiere que la PGR, las policías y de ser necesario las Fuerzas Armadas acudan oportunamente al llamado de Pemex.

Desde luego que el robo de combustibles existe porque después alguien los compra, por lo que también pido y hasta suplico a la sociedad que no compre combustible robado. Les pido a todos que comprendamos que el comprar combustible robado a precios menores y que de momento pareciera nos beneficia en realidad al final nos sale mucho más caro como sociedad.

Finalmente también pido y exijo a los medios de comunicación el que cierren filas con el Presidente en este enfrentamiento con los grupos criminales que ya rebasaron todos los límites. No abundo en el tema porque estoy cierto que ellos me comprenden y sabrán estar a la altura de lo que México necesita tal y como lo han hecho en otras muchas ocasiones.

Fuente de los Deseos: Ojalá que el presidente Peña Nieto cumpla con su compromiso de proteger a los mexicanos. Ojalá que todos los mexicanos cerremos filas con el Presidente en este tema; ojalá que todos hagamos lo que nos toca hacer. Solo así lograremos abatir a estos abominables criminales.

Comisionado del Consejo Estatal contra las Adicciones.

@TAMBORRELmx

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