Dice la Procuradora de la Ciudad de México que los medios de comunicación generan psicosis con las noticias que dan sobre la delincuencia. Este modo de pensar no es de hoy. En tiempos del presidente Calderón, un alto funcionario dijo que “horas y horas de transmisión en los medios de comunicación advirtiendo sobre el clima de inseguridad que existe en el país, han terminado por hacer de ese ambiente una realidad”. Fox y Zedillo dijeron cosas parecidas. Y hoy se sigue afirmando que la violencia es producto de que se transmitan las noticias y no de las acciones de los delincuentes o de las deficiencias del gobierno para impedirlas.

Dice también doña Ernestina Godoy, que la delincuencia va a la baja en la capital. Es lo mismo que han dicho todos los gobiernos anteriores. Un Procurador del D.F. se enorgullecía de que con él los asaltos a transeúntes bajaron de 21 mil 326 a 20 mil 732 (¡quinientos asaltos menos!) y los homicidios dolosos del 2.23 al 2.04.

Pero cuando se le dan cifras, Ernestina se defiende: “Algo pasó en enero que tuvimos una cifra inusual de secuestros”, y luego se volvió a la cifra habitual. Cuando a un Procurador de la capital se le demostró con datos lo que estaba sucediendo, se las arregló para convertirlo a su favor: “No representa un repunte de la delincuencia —dijo—, sino un reflejo de mayor confianza de la ciudadanía para denunciar”. Dice además la Procuradora, que el problema está en la percepción de los ciudadanos, pues asegura que los delitos de alto impacto (asesinatos, secuestros) son solo el 25% del total de los que se cometen pero que “se” desatan campañas para hacer creer a los ciudadanos que la cosa está peor de lo que realmente está.

No se qué criterios usa la funcionaria para hacer esas afirmaciones, porque no es ni percepción equivocada ni campaña sin fundamento que una estudiante muera en su salón de clase por una bala perdida, o un joven secuestrado a la salida de su universidad y asesinado, o una familia con todo y bebé baleada en un puesto de comida, o cientos de personas asaltadas en el transporte público, en taquerías, restoranes y tiendas, siempre con violencia. Lo más fácil es echarle la culpa al otro: los ciudadanos perciben mal, los medios de comunicación exageran.

En lugar de eso, convendría mejor buscar la respuesta a ese “algo pasó en enero”, del que habla la Procuradora, para poder entender las cosas. Porque ese “algo” ha venido sucediendo en todo el país y allí están las cifras de incremento de los delitos. Y no las dan los supuestos “adversarios” ni los medios, sino la mismísima Secretaría de Seguridad Pública federal. ¿Tendrá ese “algo” que ver con el cambio de gobierno?

Escritora e investigadora UNAM

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