La calificadora Moody’s dijo que en caso de que se cancele el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), México no va a perder el grado de inversión.

“De ninguna manera se perdería; no se cuestionaría el grado de inversión, introduce ruido”, dijo el analista soberano para México, Jaime Reusche.

Las calificadoras evalúan a países por la capacidad que tienen para hacer frente a compromisos financieros. Aquellas naciones con disciplina fiscal y niveles de deuda manejable están en categoría de grado de inversión. Los que no cumplen el requisito se clasifican en grado especulativo.

El representante de Moody’s explicó que en caso de que cambie el TLCAN puede bajar unos escalones la calificación, pero lo que se está resaltando es la posición fiscal del país dado, del que se ve una mejoría con el ajuste en Pemex y en el proceso de consolidación fiscal.

La calificación de riesgo crediticio soberano de México está en A3, con perspectiva negativa y perder dos peldaños (entre Baa1 y Baa2), ha sido descontado por la mayoría de los analistas y los mercados.

Reusche enfatizó que fuera de los riesgos de un cambio de política comercial de Estados Unidos, están notando a futuro una estabilización de la deuda pública respecto al Producto Interno Bruto (PIB).

En el escenario base no se contempla a futuro un deterioro en el nivel de la deuda de México.

Recorte a pronósticos. Moody’s recortó los pronósticos de crecimiento de México para éste y el próximo año. Prevé que el PIB sólo avance 1.4% en 2017, desde 1.9% anterior; y prevé que se expanda 2% en 2018 —antes proyectaba 2.3%.

Pese al menor dinamismo, el analista de Moody’s dijo que las exportaciones avanzarán ligeramente, mientras que la consolidación fiscal sigue en pie, encaminándose a estabilizar la razón deuda/PIB.

Dijo que se sienten más tranquilos con el tema de Pemex y el compromiso de lograr un superávit primario en finanzas públicas.

Escenario. Del reporte que dio a conocer la calificadora, Reusche mencionó que se centra en los efectos de Estados Unidos y cambios en la política comercial, con una mayor inflación para la Unión Americana y altas tasas de interés.

Señaló que entre los posibles escenarios que se pueden dar, el peor de todos es una cancelación del TLCAN, en donde la economía mexicana puede caer más de 3% y las exportaciones se reducirán 25%.

“Sería un golpe fuerte y para las finanzas públicas por la contracción de ingresos tributarios”.

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