La Comisión Reguladora de Energía (CRE) y Pemex no tenían alternativa que aplazar la subasta de la primera temporada abierta de ductos de Petróleos Mexicanos, pues aferrarse a un proceso viciado comprometía no sólo al espíritu de la reforma energética sino a futuras subastas y asociaciones, dijeron analistas del sector.

El socio del despacho en energía Marcos y Asociados, Luis Miguel Labardini Deveaux, explicó que estos problemas se presentan varias ocasiones, sobre todo porque son procesos complejos, licitaciones o subastas, y no es algo extraordinario.

Lo relevante es que la falla en la metodología se presentó “en la primera subasta o temporada abierta en la historia de la industria petrolera que pretendía ofrecer a particulares capacidad de almacenamiento y transporte de petrolíferos”.

“No tenían alternativa y qué bueno que recularon porque aferrarse a un mal proceso y declarar ganadores habría creado derechos y generado un problema más grave”, añadió.

Labardini Deveaux consideró que, a pesar del error, las empresas que concursaron en esta subasta van a continuar participando.

“No creo que quieran retirarse; realizaron inversiones para llegar a la fase final y va a persistir el interés, porque es un modelo de negocio en que todos ganan; por un lado, el gobierno busca ser más eficiente y los inversionistas tendrán mayor espacio en almacenamiento y transporte de combustibles”, subrayó el experto.

Ahora sólo tendrán que ajustarse al nuevo esquema y a las nuevas tarifas. Su tarea, dijo, va a ser presentar una nueva oferta porque el trabajo de precalificación ya lo hicieron.

Además, dan señales de certidumbre para futuras subastas y asociaciones que Pemex tiene en cartera.

Ramsés Pech, analista del Grupo Caraiva y Asociados, explicó que más que un problema metodológico o error, lo de la CRE fue un descuido por la saturación de licitaciones.

Sin embargo, negó un impacto económico y de credibilidad, luego de la decisión de aplazar la adjudicación de la primera subasta de la Temporada Abierta en almacenamiento y transporte de ductos en Baja California y Sonora.

“Es una curva de aprendizaje para la CRE y aunque este primer caso puede generar desconfianza a las empresas, éstas van a volver porque todas quieran entrar al mercado de gasolinas porque van a necesitar almacenar el combustible, así que pese a este problema van a seguir participando por lo atractivo del negocio”, coincidió con Labardini Deveaux.

Añadió que estas grandes petroleras van a usar la infraestructura instalada en el país antes de invertir en nuevas obras, pues primero quieren cuantificar el volumen del consumo en esas regiones y saber la apuesta que harán en el largo plazo.

IP optimista. El presidente de la Comisión de Energía de la Coparmex, Daniel Vázquez, explicó que para los interesados en la subasta no hubo fracaso y consideraron que el gobierno respondió de manera inmediata y transparente para subsanar la licitación y reanudarla inmediatamente.

“De ninguna manera empaña el profesionalismo que tanto la CRE y Pemex han demostrado”, detalló.

Añadió que pese al desacierto, empresas partipantes en la subasta y asociadas de Coparmex siguen interesadas en invertir y ofrecen trabajar junto con las autoridades.

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