La vida empresarial podría traducirse como la de una planta, como una cosecha, que se ve crecer desde que se siembra la semilla, se cuida, riega y fertiliza, crece y luego se corta, así se obtiene un beneficio, una satisfacción. Así ha sido la trayectoria de Rosa María Ríos de Sinecio, presidenta de la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMMJE) capítulo Querétaro.

“Desde chiquitita estoy en la vida económicamente productiva. Mis papás tenían un negocio y a nosotros nos enseñaron a trabajar desde chiquititos, hacían que fuéramos al negocio y ahí los ayudábamos, a veces estorbábamos —dice riendo—, pero de ahí es de donde yo me hice de carácter empresarial, de carácter comercial”.

La familia Ríos comercializaba dulces y elaboraba productos en Monclova, Coahuila, en donde nació Rosa María; ahí, desde muy niña ayudaba despachando a las personas que iban a comprar.

“Empecé tan chiquita que sólo sabía contar hasta cinco, entonces tengo toda una vida de trabajo, de esfuerzo y de lucha”, señaló.

“Y en un tiempo yo dije: hay mis papás, qué bárbaros; pero pasa el tiempo y les agradeces, yo les agradezco muchísimo que me hayan enseñado a trabajar, que me hayan enseñado a luchar por lo que yo quiero, y de alguna manera fue una universidad que yo tuve desde niña”, destaca.

Ríos de Sinecio estudió contaduría pública, aunque en un principio quería ser médico.

“Pero, mi papá no me dejó, me dijo que para qué estudiaba medicina si me iba a casar —era la mentalidad de antes—, así que me metí a estudiar otra cosa, y no me arrepiento, me gusta mi carrera”, citó.

De esta forma, continuó apoyando a sus padres en la dulcería hasta que contrajo matrimonio y se mudó a Querétaro a formar su propia familia, y lo que ha sido también un futuro próspero al lado de su esposo.

“He tenido la fortuna de que (su marido) siempre me participara en todo lo que él iniciaba y desempeñaba”, enfatiza.

Así, ha participado en el ámbito agropecuario, en actividades que van desde ganado de engorda (porcino y bovino), así como siembra de sorgo, trigo, alfalfa y uva, entre otros productos.

“Aquí mi reto, mi satisfacción es cuando veía crecer de la tierra la plantita, es una emoción que yo sentía, muy romántica por una parte, pero por otra muy satisfactoria de que siembras la semilla, la tapas, y estás esperando los 15 días para ver la planta nacer”.

“Entonces cuando te acercas, y ver verdear el campo, dices: qué padre, se logró el nacimiento, y que no nada más termina ahí, si no que necesita de cuidado, del riego, la fertilización, el tiempo de corte, que el corte sea en un momento adecuado para que la producción sea con el mejor precio posible… tiene muchos bemoles”, dijo.

Posteriormente, de la mando de su esposo, también comienza a participar en la actividad inmobiliaria residencial, en la cual se ha abocado a los ámbitos de mercadotecnia y ventas.

En este tema, la presidenta de la AMMJE Querétaro destaca el apoyo que recibieron del empresario José Oleszcovski. “Él nos enseñó este negocio. Yo le tengo mucho reconocimiento, mucho agradecimiento y mucho respeto a él y a su memoria”, puntualiza.

Pasión por su trabajo

La trayectoria empresarial de Rosa María Ríos siempre ha ido de la mano de sus seres queridos y en un abanico de actividades que van desde el sector comercial, el agropecuario y de manera más reciente el inmobiliario.

Así que en este punto de su vida, considera que la clave de sus logros ha sido la formación y la educación que tuvo de sus padres, y el estar siempre activa económica y productivamente.

“Fue lo que me inculcaron de pequeña, así que sólo estoy haciendo lo que me enseñaron, y creo que habrá personas que les guste y que lo continúen, y personas que no, y que se dediquen a hacer otras cosas”, detalló.

“Definitivamente me apasiona muchísimo el ser productiva en este ramo, en el ramo empresarial, comercial, me gusta mucho, me siento muy satisfecha, muy contenta, además muy agradecida de que mi esposo me haya dado la oportunidad de poder convivir con él en este aspecto”, afirma.

Enfatiza que cuando las personas inician un negocio y de alguna manera viven de él, son capaces de realizar muchísimas actividades, porque las hacen producir bienestar, así como economías de escala y fuentes de trabajo.

Todos somos productivos

Aunque para Rosa María Ríos no sólo las personas que se dedican a la empresa son productivas, si no todo aquel que busca salir adelante.

“Un ejemplo es la madre que está en el hogar y hace buenos mexicanos, buenos hijos, esa madre está produciendo, que está organizando la quincena, está produciendo, así que mi reconocimiento a todos los que han sabido salir adelante”, enfatiza.

El estar al frente de la AMMJE en el estado, también ha sido una experiencia llena de retos, como son el fortalecer la presencia de las empresarias como parte del sector privado organizado de la entidad, además de impulsar un mayor acercamiento con las autoridades del gobierno del estado para crear sinergias en favor de las emprendedoras.

Sin embargo, considera que todavía hay pendientes que atender, ya que las mujeres aún no son tomadas en consideración en algunas acciones y ámbitos productivos, por lo que se debe trabajar en aspectos de coordinación e inclusión con otros sectores.

“No me quejo de la equidad, de hecho no me gusta la equidad de género porque creo en la capacidad de las personas. Todos tenemos capacidades, hombre y mujeres, así que hay que unirlas (…) y estamos trabajando”, afirma.

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