La falta de acceso a crédito y a inversionistas privados, así como un régimen tributario complejo, fueron los principales obstáculos a los que se enfrentó el equipo de Grupo ETEC, cuando comenzó a operar su negocio sobe ahorro de energía.

“Si tengo un financiamiento que a lo mejor me va a quitar de 20 a 40 mil pesos mensuales de mi flujo de efectivo, eso es la muerte para la empresa en los primeros años”, aseveró el gerente técnico de Grupo ETEC, Alan Águila Romero.

La empresa que se dedica al desarrollo de proyectos integrales para el ahorro de energía, fue apoyada por la incubadora del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey campus Querétaro, para establecer su proyecto de negocio.

Águila Romero consideró que el capital que ofrecen las instituciones financieras o gubernamentales, es insuficiente para constituir un negocio como el suyo, que requiere de una mayor inversión en el sector del desarrollo tecnológico.

Además, otro problema para las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es el plazo a pagar de ese tipo de créditos, que va de uno a tres años, un periodo muy corto de tiempo porque el flujo del capital es muy variable durante los primeros tres años de un negocio, dijo.

“Si estás hablando de un financiamiento no muy grande, entonces también tus flujos no son grandes, y hay negocios que requieren mucho dinero y es muy difícil que una institución financiera o gubernamental te financie grandes cantidades”, agregó.

Otra opción es buscar inversionistas privados, sin embargo, dijo, es sumamente difícil porque en México no hay una cultura de inversión de capital de riesgo, y muchas veces el creador de la idea tiene que soltar el control de su empresa a la persona que aporte recursos económicos.

Una barrera más con la que se enfrentó, fue pagar impuestos, ya que para él, es muy complejo el sistema tributario, cuando debería de ser sencillo y no ser necesario contratar a un contador que implica costos de tiempo y dinero, comentó.

Obstáculo para empresas

El emprendedor dijo que, a través de su experiencia, aprendió que para iniciar un negocio, el empresario debe madurar, tener una visión distinta, donde privilegie la sobrevivencia de la firma ante cualquier cosa.

Abundó que es importante desarrollar la habilidad para resolver problemas de forma rápida, pues “las empresas mueren por decisiones lentas”, además buscar un modelo de negocios que te vincule de forma sólida con el exterior, como las incubadoras.

A diferencia de muchos, expuso Alan Águila, para él fue muy fácil realizar los trámites de registro de su empresa, sin embargo, enfatizó que lo más complejo y donde falta asesoría es sobre qué variantes y ventajas existen en cada razón social y con base a eso elegirla.

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