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El asesino de Max y Julio, los perros que fueron arrollados por un camión de carga en la colonia Las Américas, no pisará la cárcel a pesar de haber sido declarado culpable, informó Mónica Huerta, abogada de las familias de los canes.
Como “una burla” calificó la sentencia dictada por el juez, pues los cinco años quedan por debajo de la pena mínima que el acusado debería de obtener por los delitos de los que se le encontró culpable, además de que podrá pagar una multa de 10 mil pesos que lo librará de pisar la cárcel.
La abogada lamentó que cuando se trata de maltrato animal, las autoridades no se tomen en serio la aplicación de la ley ni las penas que establece el Código Penal, pues consideró que “se hicieron maniobras” para disminuir la pena.
“El día jueves [el juez] hizo una resolución muy congruente con el evento, de hecho fuerte, hablaba de moralmente reprochable, de los indefensos perritos que había matado y después de haber matado a un animal de esa forma, que lo que seguía era que matara a un humano y el día de hoy hizo unas cuentas que no son congruentes con la pena y le aplicó cinco años de prisión que van a ser conmutables con una fianza de 10 mil pesos, para que salga el señor a matar a un ser humano, ese es el mensaje del juez”, pronunció.
La Fiscalía solicitó la pena conforme a la ley que establecía 11 años de prisión y una reparación del daño acorde a una cantidad de 171 mil pesos, cifra que determinó una perito certificada por el Consejo de la Judicatura Federal, misma que realizó el peritaje en el caso de Athos y Tango; sin embargo, el juez estableció una cifra mucho menor.
“No es congruente, no es legalmente coincidente, no entendemos de dónde sacó esa cantidad de años, pero me supongo que es una forma de beneficiarlo para que no pise la cárcel porque seguimos todavía con la idea de que no vamos a tener a una persona en prisión por matar un animal […] No tiene un sustento jurídico que pueda sustentar esa pena, evidentemente vamos a apelar la resolución”, dijo.