Nico trabajó durante muchos años como perro de guardia y protección en un cuerpo policiaco de la Sierra Gorda, hasta que se hizo viejo y sus habilidades de destreza ya no fueron las mismas. Por eso los elementos policíacos decidieron llevarlo a la UCAM en donde seguramente sería sacrificado.

Así fue como su compañero, con quien trabajó durante varios años para mantener la seguridad en aquella demarcación, se deshizo de él; la jubilación del perro pastor belga malinois también significaba su muerte. Afortunadamente en las jaulas de la Unidad de Control Animal Municipal de Querétaro (UCAM) Nico conoció a Gustavo Serrano García, entrenador de perros que decidió adoptarlo.

Su entrega se hizo oficial durante el Festival “AdopCAN” organizado por el gobierno capitalino a través de la UCAM Querétaro. Aunque el perro y su nuevo dueño ya se conocían, se realizó una adopción simbólica en donde Nico recibió el aplauso y la admiración de los asistentes por su trabajo realizado años atrás.

En el evento de adopción no estuvo presente ningún elemento de la policía de la Sierra, su manejador no lo entregó con su nuevo dueño, sino que lo llevó a la UCAM semanas atrás para que la suerte decidiera su destino.

En otros reportajes publicados por EL UNIVERSAL Querétaro, elementos de la Policía Estatal, del Ejército Mexicano e incluso de la Cruz Roja Mexicana, señalan que la relación entre un perro y su manejador es tan fuerte como la de un compañero de trabajo, en donde uno da la vida por el otro; algunos comentaron que cuando los perros policía ya no pueden trabajar, se les busca un hogar entre las familias de los elementos de seguridad, pero en este caso no fue así.

Gustavo confiesa que adoptar un perro con la formación policíaca que tiene Nico no es tarea fácil, pues en algunas ocasiones reacciona de una manera agresiva, sin embargo, con tal de salvar la vida del animal, está dispuesto a afrontar el reto.

“A través del personal de la UCAM fue que me dijeron que habían recibido un perro policía, y acepté. Tuve que comprobar que iba a vivir en un buen espacio, etc, cumplir con una serie de requisitos. Nunca había tenido un perro con un entrenamiento como el que tiene Nico pero me gustan los retos. De hecho tenemos que empezar desde ceros él y yo porque vamos a tener otro tipo de relación, todas las respuestas que él estaba acostumbrado a tener, tiene que ir cambiándolas poco a poco”, comenta el adoptante.

La historia de Nico fue una de las más simbólicas durante el “AdopCAN, aunque lo que fue un abandono se disfrazó de jubilación.

Otros perros, tal vez con menos suerte de la que tuvo Nico, que durante años vivieron en las calles o fueron maltratados por sus antiguos dueños, también formaron parte del festival de adopción que se realizó de 10:00 a 18:00 horas en la Alameda Hidalgo.

En total se tuvieron 50 perros en adopción, algunos fueron capturados por la UCAM, otros fueron resguardados por alguna organización protectora de animales.

Los caninos en busca de familias se pasearon por los andadores portando un chaleco con la leyenda "adoptame", los visitantes se acercaban a ellos, los conocían, le hacían caricias y más de alguno decidió llevarse un cachorro a su casa. Los perros que no tuvieron tanta suerte volvieron a los refugios, esperando que en un futuro alguna familia se enamore de ellos y los lleven a sus hogares.

Luis Enrique Guerrero Rojas, director de Protección, Cuidado y Control Animal,  señala que esta fue la primera edición del festival “AdopCAN”, pues planean realizarlo en cada una de las delegaciones del municipio de Querétaro.

“Queremos realizar este festival seis veces por año, queremos hacerlo en cada una de las delegaciones, aunque tal vez no se realice en las oficinas delegaciones, sino en plazas o jardines principales de esas zonas, queremos que la cultura de la adopción llegue a todos los lugares del municipio de Querétaro”, menciona.

Guerrero Rojas confía en que con este tipo de actividades se fomenta la adopción de perros y gatos, por lo que desde hace meses trabajan de la mano con asociaciones civiles para que los perros capturados por la UCAM encuentren una nueva familia.

Señala ya se notan resultados positivos en cuanto a la adopción de animales, pues durante todo 2018 se adoptaron 177 animales, y en lo que va de este 2019 ya se han adoptado 135 mascotas, es decir, casi se igualan los números obtenidos en el año anterior.

A los posibles adoptantes, Enrique Guerrero les pide ser responsables al momento de adoptar a una nueva mascota, pues es un compromiso que tendrá duración de entre 10 y 15 años.

“Sé que tal vez se piden muchos requisitos para la adopción de uno de los perritos, pero son los requisitos necesarios, queremos asegurarnos de que el animal va a llegar a un buen lugar y de que no volveremos a verlo en las calles. A los posibles adoptantes les pido que no tomen a la ligera la adopción de una mascota, hay que esforzarse en cumplir todos los requisitos, llegar hasta el final del procedimiento, creemos que cada paso vale la pena”, comenta.

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