El perro rescatista Athos, de raza Border Collie y de aproximadamente 4 años de edad, estaba en el top cinco, a nivel nacional, entre los caninos certificados ante la Organización Internacional de Perros de Búsqueda y Rescate (IRO), y también era un especialista acreditado ante la Cruz Roja Mexicana en Búsqueda y Rescate Urbano (USAR).

“Era un perro excepcional”, cuenta en entrevista Andrés Juárez Morales, coordinador estatal de Socorros de la Cruz Roja Mexicana en Querétaro.

Con cualidades excepcionales y un temperamento cálido y amable, formó parte del equipo de la Cruz Roja, ayudó a cientos de personas en la entidad y en todo el país; apoyó en la búsqueda de víctimas del sismo del 2017, en la Ciudad de México.

Muy pronto sobresalió de entre los demás perros rescatistas por su habilidad, poco común, para detectar humanos sumergidos en cuerpos de agua.

México perdió a Athos, un perro con habilidades excepcionales para el rescate de personas
México perdió a Athos, un perro con habilidades excepcionales para el rescate de personas

Excelente nadador, gran amigo y brigadista de cuerpos de emergencia como Cruz Roja, Protección Civil y Bomberos, murió envenenado por comer un trozo de salchicha cubierta de un químico mortal; su partida dejó a Édgar Martínez, su manejador, destrozado pues lo conocía desde que era cachorro.

Con Athos también murió Tango, un pequeño Yorkshire que también formaba parte de las filas de la Cruz Roja, su labor era distinta a la de Athos, pero no menos importante.

Tango fue un perro de terapia y asistencia emocional, por su carácter dócil y gentil, apoyó durante años a personas con traumas y conmociones, con altos niveles de estrés y de ansiedad después de vivir algún suceso trágico; su trabajo fue vital, pues meneando la colita y a base de pequeños lengüetazos, ofrecía una terapia que no podía brindar ningún sicólogo ni terapeuta.

Por este suceso están de luto las unidades de rescate en todo el país, pues saben que México perdió a dos de sus héroes.

La traición

Irónico. Athos y Tango ayudaron a cientos de personas, pero bastó un humano para acabar con la vida de los rescatistas.

El envenenamiento ocurrió en tan sólo unos segundos, en la vía pública, cuando ambos canes se dirigían al parque donde diariamente realizaban sus entrenamientos, acompañados de su adiestrador Édgar Martínez, quien los seguía a unos pasos de distancia.

Fue en esos minutos de relajación, antes de entrar al trabajo, cuando se encontraron con salchichas envenenadas esparcidas en el suelo, los instintos animales afloraron y atraídos por el olor ingirieron el veneno colocado intencionalmente, quizá, para gatos, para otros perros, para cualquier ser vivo hambriento que pasara por ahí.

México perdió a Athos, un perro con habilidades excepcionales para el rescate de personas
México perdió a Athos, un perro con habilidades excepcionales para el rescate de personas

Aquellos segundos se volvieron tragedia. A los cuerpos de ambos canes aún se les realizan necropsias. Balam, hijo de Athos, quien iba en el grupo aquel día, también ingirió el veneno y se encuentra recuperándose en un hospital.

En redes sociales, al viralizarse la noticia surgió la indignación y el coraje, pero también el desconocimiento; algunos cibernautas cuestionan que los perros estuvieran sin supervisión al momento de ingerir el veneno, por lo que Andrés Juárez, coordinador estatal de Socorros de la Cruz Roja, pide a los ciudadanos recordar que los perros de trabajo también requieren tiempos de relajación y exploración de su entorno, pues se necesita un equilibrio entre sus labores, y tiempo para desarrollar sus instintos naturales.

“Los perros mordieron una salchicha, el instinto es algo muy fuerte y la persona que dejó estos alimentos allí sabía que iban a sentirse atraídos por el olor. Los perros de trabajo necesitan estos momentos de descanso, de relajación, es parte de su equilibrio emocional, un perro como Athos no está trabajando y concentrado, con disciplina las 24 horas del día, eso no puede ser, siempre tienen supervisión aunque con más relajaciones, [es necesario] que el perro tenga su espacio y su momento para explorar.

“Athos era un perro excepcional, será muy difícil encontrar un perro que alcance ese tipo de entrenamiento y capacitación. Todos los perros de rescate tienen muy buenos niveles, pero Athos de verdad era increíble, estaba en el top 5 de los perros del país con certificaciones internacionales. Todo el país perdió a un gran elemento de rescate y nosotros perdimos a un compañero de trabajo. Pedimos a las autoridades que den con los responsables, que este lamentable caso sirva como precedente y que la situación no vuelva a repetirse”, exigió.

Édgar, manejador y compañero de Athos, inmediatamente presentó una denuncia ante las autoridades correspondientes, éstas aseguran que ya se inició un proceso de investigación y que se busca al responsable, a través de videos captados por distintas cámaras de la zona.

Los responsables de este hecho podrían recibir prisión y una multa económica, de acuerdo al Código Penal del Estado de Querétaro, Capítulo II Delitos Contra los Animales, donde se específica que a quien realice actos de crueldad contra animales domésticos, silvestres o ferales, que les provoque la muerte, se impondrá de 3 a 5 años de prisión, y de una multa económica de 500 a 700 (Unidad de Medida y Actualización) UMAs.

La Ley de Protección Animal del Estado, en su Capítulo 3 sobre la crueldad, considera conductas crueles o de maltrato hacia los animales, provocar la muerte fuera de la manera autorizada por la ley, y en cualquier caso, empleando medios o substancias que prolonguen su agonía o produzcan dolor.

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