Desde noviembre del año pasado, los distintos centros penitenciarios del estado de Querétaro, así como las aduanas y edificios de gobierno, son inspeccionados diariamente por nueve binomios, integrados por perros de raza pastor alemán.

Los caninos nacieron en Alemania, fueron criados en Estados Unidos pero desarrollan sus habilidades de búsqueda y detección de enervantes y dispositivos celulares en nuestra entidad.

Celso Reséndiz Medina, encargado de la Unidad Canina, cuenta a El UNIVERSAL Querétaro que los propios elementos de seguridad se desplazaron hasta el país vecino para conocer a los que serían sus nuevos compañeros de trabajo. Cada uno de los canes, detalla, fue seleccionado minuciosamente por adiestradores profesionales, tomando en cuenta sus habilidades físicas y su temperamento.

“Somos en total nueve manejadores y por lo tanto trajimos desde el extranjero a nueve ejemplares. Los instructores encargados seleccionaron a los perros tomando en cuenta nuestras aptitudes, los ejemplares ya tenían una primera etapa de adiestramiento y eso lo reforzamos nosotros, los ejemplares vienen directamente de Alemania y una vez que están en Estados Unidos se comprueban sus aptitudes, todos están certificados por parte de la Asociación de Narcóticos de Estados Unidos, tanto el ejemplar como su manejador”, cuenta.

El encargado de la Unidad Canina reitera la importancia de crear un fuerte vínculo entre el humano y el canino, por lo que antes de comenzar a trabajar con los animales, los elementos de seguridad destinaron varios días únicamente para convivir con sus compañeros de cuatro patas, para conocerlos y unirse sentimentalmente.

“Una vez que nos asignaron a nuestros ejemplares vivimos una semana de apego para el conocimiento de cada ejemplar y su manejador, este periodo es muy importante, en estos días jugábamos con ellos en distintos escenarios, les dábamos de comer, dormíamos con ellos, después comenzábamos a trabajar poco a poco con ellos, es muy importante crear ese vínculo entre el manejador y el ejemplar porque de eso depende la confianza y la seguridad con la que desarrollarán su trabajo.

“Es muy importante que el manejador conozca bien a su ejemplar, debe dar las instrucciones correctamente y comprender su comportamiento, aprender cuál es su marcaje, cuál es la forma en la que el perro te indica que encontró algo, porque el ejemplar siempre debe ser recompensado cuando realiza bien su trabajo, por eso siempre decimos que es un 50 y 50, cada parte del binomio debe hacer su trabajo correctamente”, explica.

Para Lucero Paola Estrella Hernández, una de las manejadoras de la Unidad Canina, esta es la primera vez que integra un binomio. Ella también viajó a Estados Unidos para conocer a su nueva compañera Emy, una pastor alemán de aproximadamente 2 años de edad. Describe la experiencia como algo “muy hermoso”, pues tanto ella como su ejemplar Emy se sienten protegidas una a la otra al momento de salir a trabajar.

“Cuando conocí a mi ejemplar, los primeros días fue difícil adaptarse, porque ella quería trabajar de una forma y yo de otra, pero después de una semana ya habíamos encontrado ese equilibrio, nos conocimos y logramos trabajar muy bien, tenemos un vínculo muy fuerte, ella sabe que soy su compañera y sólo trabaja conmigo. Es muy hermoso sentir esa confianza cuando salimos a trabajar yo confío en que Emy va a encontrar lo que buscamos”, dice.

Así como los canes fueron seleccionados minuciosamente antes de ser asignados, los elementos de seguridad también pasaron por varios filtros antes de integrarlos a la Unidad Canina. Celso Reséndiz fue uno de los encargados de realizar dicho proceso, detalla que el policía debe tener un fuerte gusto por los animales y también un alto grado de disciplina y constancia, pues los elementos se encargan de bañar y alimentar a los canes, así como limpiar su zona de descanso y por supuesto llevarlos periódicamente a revisiones con el veterinario.

“Desde que los manejadores conocieron a su ejemplar, su trabajo es ya no separarse de ellos, ellos se encargan del aseo de su jaula, de alimentarlos, de asearlos y protegerlos, nosotros nos tomamos muy en serio que el manejador tenga gusto por los animales, que le guste trabajar con ellos, eso es muy importante para que realicen bien su trabajo.

“Las funciones de los binomios se desglosa en los diferentes centros penitenciarios, en aduanas y revisión de vehículos o edificios de gobierno, cada uno se encarga de una zona, la intención es cubrir todas estas áreas, todos los días salen a trabajar y un día a la semana lo dedicamos a entrenar todos juntos”, destaca.

Los nueve perros traídos desde el extranjero se encargan únicamente de buscar y detectar algún tipo de droga y también dispositivos electrónicos como teléfonos celulares. Sin embargo, la Unidad Canina también cuenta con otros ocho perros especializados en guardia y protección, cuyo trabajo es muy distinto.

Tanto Lucero como Celso aman trabajar con sus compañeros de cuatro patas, aunque todavía hay personas que no consideran valioso el trabajo de los canes dentro de los cuerpos de policía, para ellos trabajar con sus ejemplares es una gran herramienta, pues todavía no existe una máquina más poderosa que el olfato de sus compañeros.

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