Como un acto poético tridimensional y una experiencia sensorial, Ricardo Villalobos describe a Cardiomancia, una propuesta que le permitirá reunir y compartir tres de sus últimos proyectos, en donde el mismo artista dejó el corazón.

Se trata de la exposición Necropsia a un corazón, el libro El último suspiro y la obra de teatro Cena para ocho, “tres piezas nacidas de una misma pulsión creativa”, que se presentarán los días 8, 9 y 10 de mayo en el Centro de las Artes (CEART) de Santa Rosa de Viterbo, Querétaro.

“Cardiomancia es una forma de leer el corazón desde distintas disciplinas, de revelar sus heridas, sus símbolos o secretos. No es una retrospectiva ni una celebración, sino una convergencia emocional donde cada obra dialoga con la otras para ofrecer una sola lectura del alma, del cuerpo y del tiempo”, explica Villalobos a EL UNIVERSAL Querétaro.

Detalles de las piezas

En las obras de Ricardo Villalobos, la imagen del corazón se ha convertido en un símbolo. En el 2017 presentó Necropsia a un corazón, una exposición de arte objeto que materializa la fragilidad y la memoria del amor.

El proyecto comenzó con una convocatoria que el mismo artista lanzó a amigos para conocer la historia de cómo les rompieron el corazón.

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De todos los textos que recibió, el artista eligió 13 historias que sirvieron como inspiración para modelar en barro 13 corazones, a uno le encajó un clavo, a otro unas tijeras que encontró en un bazar y a otro corazón le enterró 3 mil 400 alfileres.

Para la exposición en el CEART, se pidieron las obras a sus dueños actuales, entre ellas una pieza que el mismo Ricardo donó al Museo de Arte de Querétaro (MAQRO), en donde se presentó por primera vez Necropsia a un corazón, y ahora está bajo resguardo de su colección permanente.

La pieza donada es la número Diez, es un corazón vendado que cuenta la historia de una pareja que se conoce en un viaje en Grecia y terminan casados. Luego deciden radicar en México, pero ella se enamora de otra persona. “Me quedé lacerado, abandonado, autoexiliado como un leproso. Y, aunque roto, me reconstruyo, sigo latiendo”.

En 2022, Ricardo publicó El último suspiro, pieza literaria que comenzó como una carta de despedida a su madre, pero el libro no es sólo una carta de amor maternal, es una vuelta al pasado, mirando a su madre y a su abuela, las mujeres que marcaron su vida. Incluso la mujer que aparece en la fotografía de la portada El último suspiro es Esperanza De León, su abuela, en un retrato de entre 1928 a 1930, en Chicago.

Aunque Ricardo toma fragmentos de la historia de su madre y abuela, el libro es un ir y venir entre realidad y ficción “que desmenuza los afectos como si fueran cuerpos abiertos”.

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La trama se centra en la historia de Eugenia, la abuela, e Isabel, la mamá. La reflexión a la que invita, es a repensar esa idea de que toda persona es una historia, y que el pasado es también parte del presente.

Luego de publicar su primera novela El último suspiro, Villalobos escribió Cena para ocho, una obra de teatro que, bajo la dirección de Paco Dávila y la producción de Inquieta Compañía, se estrenó en 2024.

Para la función especial de Cardiomancia, el montaje se presentará con el mismo elenco del estreno: Azul Pagnotta, Román Iván, Fernanda Rosales, Coco Sánchez, Jazmín Bernal, Leonardo Tamaris, Christina García y Arturo García, con la dirección de Dávila, con quien Villalobos, luego de esta puesta en escena, continúa creando más proyectos.

Cena para ocho, refiere Ricardo, es un montaje escénico que indaga en los vínculos humanos. La obra retoma historias reales, “con las que todo el mundo se va a sentir identificado porque a todos nos han roto el corazón en un algún momento de la vida”, adelantó desde su estreno.

Cardiomancia es la oportunidad de conocer de cerca a Ricardo Villalobos, de adentrarse en su obra llena de motivos, símbolos, de analizar sus historias de corazón en donde seguro el público encontrará alguna similitud.

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