La mancha roja, símbolo de feminicidios y desapariciones, ha crecido en Querétaro. Colectiva Hilos, de Guadalajara, trajo la pieza “Sangre de mi sangre” al Museo de Arte Contemporáneo de Querétaro (MACQ) y lanzó una invitación a todo el público para unirse a tejer, acrecentar esta gran mancha roja y visibilizar con ella los problemas de feminicidios y desapariciones en la entidad.
El colectivo La Otra Bandita se ha unido al proyecto Sangre de mi Sangre y diariamente se reúnen a tejer. Mañana, a las 11 de la mañana, en el MACQ, están convocando nuevamente para tejer con el hilo rojo, después cargarán en brazos la pieza “Sangre de mi Sangre” y caminarán con ella hasta llegar al Museo de la Ciudad, la nueva sede de esa mancha roja, que seguirá creciendo.
“Les pedimos que se sumen, que
nos acompañen en todos los momentos en los que la pieza va a salir y la tengamos que cargar, porque necesitamos muchas manos, y aunque no lo parezca, es muy pesada”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro Israel Nieves Romero, coordinador general de La Otra Bandita, colectivo que trabaja con temas de género y masculinidades.
En mayo llegó Al MACQ la mancha “Sangre de mi Sangre”, 17 metros de tejido en color rojo, hecho por manos de algunos familiares de desaparecidos, y gente que no entiende por qué hay tanta violencia en el país.
Claudia Rodríguez, artista visual, es la fundadora de la Colectiva Hilos que tiene como sede Guadalajara. Iniciaron en 2018 con un donativo de hilos que sirvieron para sus primeras piezas enfocadas a temas como el desapego o para hablar de política (Los hilos que nos mueven).
En 2019, con el incremento de violencia en Jalisco, escogieron el hilo rojo para hablar de feminicidios y desapariciones.
Un aproximado de 300 personas se han sumado a “Sangre de mi sangre”, tejiendo más de 250 metros de este mancha color rojo, hecha con yute y rafia. Aún falta contabilizar cuántas personas se han unido en Querétaro a esta iniciativa, también falta medir cuánto ha crecido en la entidad, pero lo que es un hecho, es que la pieza ya pesa mucho y se necesitan muchas manos para cargarla. La invitación está abierta, y pueden participar hombres y mujeres.
