Seguimos la historia de Jesse, una chica de 16 años con aspiraciones de ser modelo profesional que recién llega a Los Ángeles, es envidiada y deseada por prácticamente cualquier persona que conoce en la industria. Elle Fanning es quien da vida a la encantadora y aparentemente inocente jovencita, quien deberá sobrevivir para evitar ser devorada por las mujeres a su alrededor.

La cinta The Neon Demon fue aclamada en el Festival de Cine de Sitges 2016 y compitió en El Festival de Cannes 2016 por la Palma de Oro, siendo la tercera película consecutiva del danés Nicolas Winding Refn en competir por el galardón.

La idea de que Jesse se encuentra entre depredadores es algo que se presenta desde el primer momento, cuando se encuentra en la sesión de fotos del primer fotógrafo, el cual tiene una mirada pesada y penetrante. Jesse tiene lo que aparenta ser sangre desde su cuello y es de noche, quizás pudiendo ser una referencia a la idea del vampirismo.

Como tal, el vampirismo existe, tanto en la mitología y fantasía como seres inmortales, capaces de transformarse, de poseer sentidos sobre humanos, fuerza descomunal, pero sobre todo, seres que necesitan consumir sangre, y es esta la idea central, consumir la sangre de otro ser humano, que si bien no es el fin dentro de la cinta, sí es el medio, ya que el fin es consumir la esencia de otra persona para adquirir algo de ella.

Jesse tiene “ese algo” que desean en cuanto la ven, ese algo que no pueden describir pero que se refleja en su perfecta belleza natural, ese algo que se merma en su mirada inocente de chica de pueblo, en ese algo que muestra tímidamente ante los cumplidos pero que ella sabe perfectamente qué arma tiene y hasta dónde puede usarla: su belleza. Podemos interpretar “ese algo” como belleza pura, la cual puede ser alimentada por la sangre en su interior, y en su afán por querer tener algo de Jesse, las demás mujeres que se encuentra tratan de consumirla.

Más tarde, en el reclutamiento para una pasarela, la joven modelo supera sin esfuerzo a sus competidoras, una de ellas la mira con dolor y posteriormente evita su reflejo al romper un espejo, para que finalmente nuestra protagonista la encuentre. Es en esta escena cuando Jesse se provoca una herida en la mano y la modelo derrotada desea poseer parte de la joven estrella, parte de su esencia, al beber su sangre.

Este concepto clásico del vampirismo se ve reforzado cuando en el clímax de la cinta, es devorada por las tres mujeres que la odiaron o desearon desde el primer momento. Las dos modelos veteranas desean acabar con ella por ser una competidora que, además de destronarlas por su evidente mayor juventud, se diferencia, ya que Jesse no ha sido sometida a ninguna cirugía plástica. Es Ruby, la maquillista la que siempre se preocupa por la joven estrella, hasta que desea tener relaciones sexuales con ella. Esta acción puede interpretarse de muchas formas a nivel narrativo, simbólico o metafórico.

Otro concepto dentro de la figura del vampiro es su ausencia del alma, el cual se manifiesta al no poseer reflejo. Esto es interesante, ya que los personajes rara vez suelen mostrar su lado humano, y cuando lo hacen se presentan mediante su reflejo. Cuando no están frente a un espejo, tienen su postura hierática, siendo figuras elegantes que se muestran como depredadores para no ser consumidos por alguien más. Es cuando Jesse tiene un augurio de su violación, justo después de su gran presentación, que se vuelve a ver a sí misma en el espejo, vulnerable, humana, pero a su vez es cuando escucha y se vuelve una misma con la pared, cuando acepta quien es.

Finalmente, antes de ser perseguida hasta la muerte, Jesse se encuentra de pie sobre un trampolín de alberca, con un vestido claro que aún muestra su virginidad y pureza interna, pero erguida y poderosa porque sabe que tiene poder siempre que tenga belleza. Tras ser asesinada y devorada, Ruby se pasea, riega las plantas y entierra los restos de Jesse sin prisa, sin remordimiento, como si no fuese la primera vez que se alimenta de alguien, además, su cuerpo está tatuado de una forma que podría interpretarse como ritualista, como si fuese parte de la comunidad, sin ser una vampira per se, ya que ella los alimenta, cuida y hasta puede atraer a nuevas presas.

La idea de reimaginar historias clásicas en situaciones nuevas y contemporáneas es algo que puede verse poco original o, en este caso, puede verse de maravilla, y además nos permite disfrutar de algo que nos gusta de manera fresca, interesante y sangrienta.

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