Como parte de su programa de exposiciones de invierno, la galería Rosario Sánchez de Lozada ha reunido en sus salas las obras de tres artistas queretanos, quienes a través de la fotografía, la gráfica tradicional y la instalación artística, han propiciado un diálogo creativo en torno a la contemporaneidad.

“La directriz que estaremos siguiendo es la del compromiso con el desarrollo integral del artista, porque estamos conscientes que exponer el trabajo no es suficiente. El arte en nuestros días y en toda la historia, engarza otro tipo de factores de suma importancia. Estamos comprometidos con el desarrollo integral de los artistas que expongamos aquí, y por ello hemos decidido conjuntar muestras de artistas consolidados con emergentes”, señaló el actual coordinador del recinto, Roberto Rosano, quien para cerrar este año, abrió el espacio a los artistas Jonnane Rosas, Pablo Moya y Ramsés de la Cruz, cuya obra permanecerá expuesta hasta el 23 de enero.

Tres perspectivas

A través de “El misterio del Bosón de Higgs”, Jonnane Rosas invita al espectador a cuestionar los planteamientos que la física de las partículas hace sobre la génesis de la materia, así como las premisas de la teoría del color de Goethe, donde el autor afirma que el color no es más que un fenómeno emergente que surge de la interacción de luz con los objetos.

Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo
Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo

Para este ensayo visual, el fotógrafo realizó distintas exposiciones de atardeceres a lo largo de dos años —entre las cinco y siete de la tarde—, seleccionando nueve fotografías al final de su proyecto, mismas que intituló: Potestades, Séptimo cielo, Intuición, Confusión, Ensoñación, Despertar, Apocalipsis, Génesis y Origen.

“Todo empezó con la teoría del color de Goethe. A partir de sus indagaciones, el autor plantea que el color no existe; tal afirmación me voló los sesos, y me llevó a pensar la luz como una metáfora de la verdad de las cosas. Claro, con esto no quiero decir que esté buscando decir una verdad con mi obra; en realidad, lo que pretendo es entablar un diálogo con el espectador, a partir de un referente general como el cielo, para desentrañar preguntas tan elementales como: ¿Cuál es la verdadera génesis de las cosas?”, explicó Rosas sobre su exposición.

Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo
Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo

Por su parte, Pablo Moya, miembro fundador de La Piedra Gráfica Contemporánea, instaló al exterior de la galería un macro mural titulado “La Centella viva o El Jardín”, que elaboró empleando la técnica tradicional de la ignoxilografía y la manipulación digital de algunos de sus fragmentos.

Convencido de que el público es quien completa la obra al interactuar con ella, retoma varios elementos de la ciudad que resignifica y devuelve al espacio público a través de esta pieza.

“La reflexión está encaminada hacia cómo el artista mira la realidad y cómo evidencia las cosas que no son claras a simple vista. En este sentido, el artista encuentra relaciones entre las cosas que, al señalarlas, brotan como una pieza artística dotada de sentido”, aseveró Moya, quien junto con los otros integrantes de su colectivo, busca trasladar la gráfica fuera de los cánones tradicionales.

Finalmente, el artista plástico Ramsés de la Cruz, explora la dialéctica humana con “Minae”, para hablar de las actuales defensas psíquicas que utilizan las personas contra la violencia exterior, cuestionando hasta qué punto estas estrategias impiden el contacto con el otro.

Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo
Tres visiones que se encuentran en el arte contemporáneo

“Minae viene de un vocablo griego que significa ‘prominente’ , y ‘lo que sobresale de la superficie’. La retomo de aquellas franjas con picos que los antiguos griegos colocaban alrededor de las ciudadelas durante una batalla, para que el enemigo cayera en estas trampas. Hago esta analogía empleando una mina marina. Una mina que no reconoce la neutralidad; que no reconoce ni al enemigo, ni al amigo, y que se activa con cualquier cambio magnético, eléctrico o de presión. Esta puede existir en nosotros, en esta dicotomía del bien y del mal; en el apego y en el maltrato, generando capa tras capa de armadura, hasta convertirnos en una mina. Cuando alguien quiere tener acceso a nuestro núcleo, tal vez a través del amor, ponemos grandes barreras que pueden llegar a explotar al primer contacto”, señaló De la Cruz sobre su instalación artística, en la que el público forma parte fundamental, pues también ha sido diseñada para que la gente interactúe con la pieza.

bft

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