Está acostumbrado a cantar en escenarios nacionales e internacionales, también ha llevado su voz a asilos, orfanatorios y aunque tenía el deseo de dar concierto en un hospital, el tenor Andrés Pichardo Pérez no había concretado una visita, hasta el pasado jueves, cuando fue a cantarle a doctores y enfermeras del Hospital del Niño y la Mujer de Querétaro, institución designada para atender a pacientes con Covid-19. Y al siguiente día replicó la serenata en el Hospital General, otro centro de la entidad queretana donde reciben a enfermos de coronavirus.

Llegó al nosocomio vestido de gala, pero con guantes y cubreboca, el cual que sólo se quitó al momento de cantar. Y estuvo acompañado por el pianista Miguel Ángel Muñoz para interpretar las piezas: “Volver a Creer”, “Amazing Grace”, “Color Esperanza”, “Sueño Imposible” y “Ave María”.

“Fue una grata experiencia. Lo viví bien, nunca me sentí preocupado ni estresado, ni con miedo de estar en el hospital, siempre he creído que la tranquilidad de tus emociones y conciencia se refleja en tu cuerpo. Si uno va con miedo las defensas se bajan. Fui con muchas ganas, uno como músico vive de estar tocando y con este encierro teníamos muchas ganas de hacerlo y lo viví bien. Los doctores que iban saliendo de su turno y los que iban a entrar, pasaban, prendían el celular para grabar y se quedaban un ratito, todos dispersos, como el personal de Protección Civil se los pedía. Y nos aplaudían. Para mí fue muy importante poder hacer un regalo de mi voz, que es el fin principal de un cantante, regalar un momento de alegría a través del sonido de la voz. Me sentí muy bien y contento”, dijo Andrés Pichardo en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Pichardo es docente de la Universidad Autónoma de Querétaro y en su concierto en el Hospital del Niño y la Mujer se encontró con un doctor que es padre de una de sus alumnas, y le dijo: “Te he visto en los escenarios y tenerte aquí, entre nosotros, en estos momentos de tensión, para mí fue un regalo extraordinario. Otro doctor que pasó se detuvo y preguntó ¿qué van a hacer? –Un concierto–. Se quedó un ratito, nos grabó y nos dijo: muchas gracias, nos hace falta relajarnos y tener un momento de paz”.

En marzo, Andrés tenía planeada una gira por España, que se canceló dos días antes de tomar el vuelo, por las medidas de prevención que tomaron a nivel internacional, ante la expansión del Covid-19. Y en el mes de mayo estaban programadas una serie de presentaciones en San Antonio y Corpus Christi, Texas, que también quedaron suspendidas. Así que Andrés estaba viviendo la cuarentena en casa, impartiendo cátedra a distancia, cuando recibió la llamada para ir a cantarle a los médicos y enfermeras que están enfrentando al coronavirus.

Fue Paulina Aguado Romero, titular de la Secretaría de Cultura de Querétaro, quien llamó personalmente al tenor para preguntarle si podía participar en esta actividad. “De inmediato contesté que sí. Ella nos preguntó cómo estábamos de salud. Y como nosotros estamos bien y con gusto aceptamos”.

Personal de Protección Civil estuvo al tanto de los dos conciertos, para mantener las medidas de seguridad. A los artistas invitados se les pidió llevar cubreboca, guantes, y en todo momento guardar la distancia.

Andrés Pichardo, originario de la Ciudad de México, llegó a San Juan del Río, Querétaro, en donde comenzó a estudiar canto. “Ahí digamos que empecé a tener interés por la música clásica, música académica, la ópera y todo ese género, y hasta los 18 años yo iba a estudiar gastronomía, ya hasta había tomado curso para entrar, y justamente antes de ir a pagar mi inscripción le dije a mi madre: yo quiero ser cantante”, platicó en la primera entrevista que concedió el tenor a EL UNIVERSAL Querétaro.

Se preparó para ingresar a la Escuela Superior de Música en el Distrito Federal en el 2007, continuó sus estudios en Querétaro y el extranjero, en 2014 realizó su primera gira internacional y actualmente es docente de la Universidad Autónoma de Querétaro.

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