¡El invierno sabe distinto en el Pueblo Mágico de San Joaquín! Entre las montañas con niebla y los grandes árboles, este sitio encanta por sus rincones, sus casas de teja roja y por la vibra relajante del ambiente y de sus habitantes.
El frío invade este pueblito porque está a más de 2 mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar, lo que hace que el invierno se sienta intenso. Aquí se despierta una mañana entre bosques envueltos en una bruma blanca. Esta experiencia da la sensación de estar “alejado del mundo”.
En San Joaquín abundan las cabañas inmersas en el bosque infinito. Cada una de ellas es especial, con un diseño distinto e incluso algunas son pet-friendly, ideal para todos los miembros de tu familia.
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Juegos de mesa, contar historias en la fogata, y el senderismo son algunas de las actividades que forman parte de los parajes donde se encuentran estas acogedoras cabañas que refugian del frío.
Te aconsejamos visitar el Bosque de las Ranas, Cedral Park, Cabañas Las Ovejas, Casa Columba y los Bosques de San Joaquín.
¿Te imaginas tomarte un rico café caliente mientras ves un paisaje glorioso? San Joaquín cuenta con varias cafeterías con un ambiente muy casero. En el pueblo el café de olla es su especialidad, así que podrás disfrutar de una buena compañía, un delicioso café y una pieza de pan artesanal en una atmósfera íntima.
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Hay mucho que conocer en San Joaquín como el Parque Nacional Campo Alegre y la Zona Arqueológica de Las Ranas, un importante centro ceremonial con pinturas rupestres en su interior.
Por otro lado, si prefieres las actividades más simples pero no menos interesantes, puedes subir hasta el Mirador de la Cruz para contemplar las casas, los árboles y valles inundados en el clima invernal.
¿Te animarías a esta aventura?