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Rocket, el artista urbano, que usa el graffiti como un vehículo para crear comunidad

El artista urbano Rocket realizará una serie murales en la colonia Fundadores; en el proyecto involucrará a habitantes de la zona

Foto: Demian Chávez
22/10/2022 |11:33
Redacción Querétaro
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Rocket es un artista del graffiti oriundo de Hércules que desde hace 14 años realiza su trabajo en los muros profesionalmente. Actualmente lleva a cabo un proyecto de murales en la colonia Fundadores, donde reside, con el que busca generar comunidad con los vecinos y hacer conciencia de que el muralismo con la técnica del graffiti es un arte con postura social y genera identidad comunitaria.

En su experiencia de vida, los encargos que más le han emocionado son aquellos en los que improvisa al momento de ejecutar un mural.

“Durante la ejecución voy cambiando muchos parámetros, por ejemplo, un día estoy pintando un desierto y al día siguiente lo convierto en un océano. Lo mismo pasa en mi trabajo en los bocetos, que es la parte fundamental de la creación del muro. En algunas ocasiones comienzo a detallar letras, pero en el momento de la ejecución hay cambios”.

Rocket, el artista urbano, que usa el graffiti como un vehículo para crear comunidad

El artista aclara que lo han contactado escritores a raíz de que también pinta letras y por los grafismos que se encuentran en las piezas.

Rocket devela que la preparación que debe de tener un muralista urbano además de conocer de composición, dibujo, colorimetría, forma, contraste, técnicas murales, también “es definir bien una idea. En mi caso, comienzo desde el boceto, con las dimensiones de la barda, la textura que en algunos casos influye bastante, el tipo de materiales que voy a utilizar, analizar las condiciones climáticas y qué tan maltratado esté el lugar, planear cuánto tiempo me va a llevar y hasta en dónde voy a acomodar las cosas, la composición de la imagen y la distribución de los objetos dentro de la pieza. La seriedad que se tome uno para hacer un mural también influye en que puedan reconocer el trabajo particular y quitar esos estereotipos que las personas tienen contra uno como grafitero”.

Los comienzos de Rocket

El graffiti ha acompañado a Rocket desde la niñez, cuando cursaba cuarto año de primaria “fue la primera vez que un compañero de la escuela llevó una revista de graffiti, un fanzine. Cuando descubrí las técnicas, las formas y los colores, me empapé de ello, empecé a buscar las revistas en los puestos de periódicos. Inicié copiando como todos lo han hecho alguna vez en su vida. Practicaba de diario unas dos o tres horas, arrugaba hojas por coraje de que no me quedaban [los dibujos] y lo volvía a hacer. Lo intentaba e intentaba y sin querer encontré al paso del tiempo la identidad y un estilo, que es lo que todos buscamos en algún momento”.

Rocket, el artista urbano, que usa el graffiti como un vehículo para crear comunidad

Rocket comparte que “la primera ocasión que pinté en una barda fue con aerosoles de ferretería. El dinero que teníamos para el lonche de la escuela lo aprovechamos en otras cosas. Al paso del tiempo llegué a comprar cajas de aerosoles antes de que costaran una fortuna, porque antes el material era muy, muy barato”.

El artista urbano indica que antes había reglas entre grafiteros, y una bien fundamentada era el respeto. Hoy “si tú apuntas tu nombre, tu placa, tu sobrenombre en una pared y llega alguien y lo tacha, es como una mentada. Es un insulto. Entonces el hecho de ver mis murales intactos significa mucho para mí”.

Sobre el proyecto de comunidad

Rocket tiene en puerta realizar una serie de murales en la colonia Fundadores, con el fin de crear una identidad comunitaria y hacer partícipes a los vecinos.

Para este proyecto “empezamos con pocas bardas, con dimensiones de 14 metros de largo y tres de alto. Tres ya están terminadas, siete por iniciar y seis más en renovación. El proyecto está enfocado en colaborar con vecinos de la colonia, tal vez no haciendo al 100 por ciento sus propuestas que pidan debido al capital del que uno dispone. Buscamos que sea una propuesta urbana, pero también cultural y que sea representativo para los vecinos”.

Una de las estrategias que tiene planteada es una reunión comunitaria para saber los espacios ya están pedidos Algunos vecinos le han dicho “pinten lo que sea y en otros casos nos proponen un trabajo que sí nos llevaría bastantes días y el doble de material que uno piensa invertirle. Así empezamos a dialogar con ellos para llegar a un acuerdo”. Los gastos van por cuenta del artista, afirmó. En algunos casos, “si la gente propone hacer algo más elaborado ya se contempla pero como comisión”.

En promedio, el costo para crear un mural en las dimensiones de 14 por tres metros —que implica la preparación del muro, fondear y los aerosoles— podría superar los cinco mil pesos. Finalizar una obra varía de acuerdo a la complejidad, pero se lleva entre tres días a dos semanas.

La familia como soporte

Rocket indica que “todo el trabajo que he hecho se lo debo a mi familia, que siempre me ha apoyado. [Al principio] no estuvo de acuerdo, pero al final terminó apoyándome. Mi esposa Hands que también empezó a pintar, al ver la pasión que le metía y cuánto le sufría y me deshacía por un mural. Ella siempre ha estado ahí conmigo, antes de que se embarazara y ahora también”. El artista busca influir en su comunidad, “porque tenemos calidad y nos tomamos en serio el trabajo”.

A los nuevos grafiteros les recomienda ser respetuosos con el trabajo propio y el de los demás, y que nunca se desanimen.

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