La labor del periodismo en Latinoamérica, en esta época de radicalismos, es desmontar esos mensajes que quieren vender de la derecha, de la izquierda y de los radicalismos con información e investigación, saliendo a las calles a investigar qué es lo cierto, dice el periodista y escritor colombiano, Felipe Restrepo.
Señala que debido a que proviene de una familia vinculada a la literatura en su casa nunca faltaron los diarios. “Nunca nadie me dijo: hay que leer el diario. Yo de niño empecé a hojear los periódicos, con esta ingenuidad de un niño y desde muy chico me di cuenta de la importancia que tenía para mí eso que llegaba por las mañanas, y empecé a ejercer el periodismo muy joven, a los 18 años ya estaba en una redacción. Desde entonces esa ha sido mi vida”.
Apunta que ahora ve cómo los diarios llegan menos a las casas, impresos, por lo que piensa en las nuevas generaciones que hablarán de ese objeto que llegaba a casa en la madrugada y la gente leía. Serán como piezas de museo.
Ante las nuevas tecnologías, Restrepo indica que los medios impresos deben buscar la adaptación y no el enfrentamiento, pues la tecnología, en todas sus formas, tiene sus problemas, pero también sus grandes beneficios. Desde un móvil se puede tener acceso a todos los diarios y revistas del mundo, además de acceder a información que no es periodística que circula en redes sociales, lo que implica una gran responsabilidad por parte de los medios que deben batallar con la “flojera” que tienen los medios de comunicación de no investigar, no reportear, de no contar nuevas historias, para decirle a la gente que el periodismo importa y el periodismo bien hecho tiene mucha calidad, y no como las cosas falsas que circulan en internet.
Por otro lado, hay una responsabilidad de quien recibe la información, de los lectores, que tienen que cuestionar la veracidad de la información que reciben y comparten en sus redes sociales, para tener mucho cuidado de estos contenidos que se hacen virales, “pues es muy fácil decir una mentira, lanzarla y que inmediatamente se empiece a replicar y se vea como verdad”.
Eso, agrega, le hace daño a la democracia, tanto medios de comunicación como lectores deben de volver a ser conscientes de la importancia de la información y de lo importante que es para la sociedad.
Existe la idea de que la gente ya no lee por la llegada de internet, pero en realidad es que se han dejado de vender los impresos, aunque para enfrentar esta situación quienes se dedican a los medios impresos deben de contar buenas historias para que la gente se interese en leer, para que esto no sea una competencia con las nuevas tecnologías, sino un complemento.
“Si a la gente se le da un buen contenido, si a la gente se le cuenta una buena historia lo va a leer, quizá no sea algo masivo, pero siempre habrá gente que le interese y nuestro trabajo es atraerla”, subraya el colombiano.
Sobre el papel de los medios de comunicación en los tiempos que vive Latinoamérica, con el surgimiento de radicalismos, el papel del periodismo es un poco desmontar los mensajes que engañan a la sociedad, sean de derecha o izquierda, con investigación e información, presentando historias que saquen a la sociedad del letargo, despertar a los ciudadanos que con tal de salir de sus problemas diarios vota por quien le ofrezca salir de es realidad, aunque el mensaje sea vacío.
“Saliendo de la realidad de Latinoamérica, yendo a Estados Unidos, una de las mejores cosas, o de las pocas cosas buenas que tiene que Donald Trump sea presidente es que ha revitalizado el periodismo en Estados Unidos, y la respuesta del periodismo frente a un fenómeno como Trump ha sido muy interesante. Decir que van a seguir haciendo su trabajo, investigando qué hay detrás y no se trata de una batalla contra los presidentes, pero la labor de nosotros, los periodistas, siempre ha sido fiscalizar lo que hacen los que tienen en poder. En México estamos a tiempo de decir que el periodismo tiene que despertar y tiene que empezar a trabajar y hacer buenas historias”.
