En la obra de teatro “Oniria”, hay tres hombrecitos que son los encargados de los sueños y las pesadillas. La teoría de la obra es que todos, hombres y mujeres, tenemos a tres hombrecitos encargados de construir nuestros sueños y pesadillas. Para comprobarlo hay que ver “Oniria”, puesta en escena de Proyecto Dramante que celebró su estrenó ayer y tendrá una función más hoy, a las 19:30 horas, en El Sótano Teatro.

Jesse Cazares, Lucas Sam Mendoza y José Guillén, son los tres hombrecitos. Y la dirección corre a cargo de Víctor Sasia; esta es la primera vez que el multipremiado actor y director, trabaja con Proyecto Dramante.

José Guillén, director de la compañía Dramante, cuenta a EL UNIVERSAL Querétaro que desde hace cuatro años querían realizar el montaje de “Oniria”, texto original del dramaturgo argentino Martín Giner, pero no se acomodaban los tiempos, y después llegó la pandemia, mas ahora que tomó fuerza el regreso a la escena, llegó su momento.

Entre juegos y analogías se desarrolla esta obra que tiene como principal interés hablar, desde el teatro, del carácter cíclico del comportamiento humano.

Oniria, pesadillas y sueños, a escena
Oniria, pesadillas y sueños, a escena

“Es una obra surrealista que aborda a través de los sueños y las pesadillas, el carácter cíclico del comportamiento humano, hace énfasis en la apatía, intolerancia, el ego, a través de una sucesión de sueños, de un padre con culpa y de un hijo con traumas, y justo esos sueños terminan volviéndose pesadillas, porque hay tres hombrecitos que viven en nuestras cabezas y son los encargados de construir los sueños, pero en ocasiones terminan estropeando todo y volviendo esos sueños en pesadillas porque reviven los episodios, van construyendo estos momentos que le hacen recordar al padre la culpa, que le hacen recordar al hijo los traumas”, detalla Guillén.

Aunque “Oniria” es una obra para toda la familia, tiene un mensaje directo a los padres, “porque podremos ver en esa ficción desde otra perspectiva cosas importantes como la educación, cómo llevamos la educación de otro ser humano y cómo mantener saludable la estructura familiar, aprender a escuchar y dialogar”.

En teoría, agrega José, “cada uno de nosotros tiene tres hombrecitos y ellos deciden hacer, de lo que vivimos o pensamos, sueños o pesadillas”.

No es la primera vez que Proyecto Dramante tiene un interés por trabajar en textos de autores argentinos, “ellos tienden mucho a hablar sobre la familia, sobre la estructura familiar, sobre cómo se desencadenan estos roles, y esto va repercutiendo directamente en la construcción del ser humano, entonces me parece que tienen una sensibilidad bastante interesante, una perspectiva distinta a lo visto en Europa y menos pasional de lo que vemos en México, utilizan esos temas a través de metodologías más lúdicas, no son tan intensas, sino que a través de juego, situaciones humorísticas van escudriñando el tema, esta obra también lo hace, a través de ciertos juegos, de cómo los hombres se van divirtiendo y eso permite que el espectador pueda acercarse de manera diferente al tema”, detalla.

El estandarte que promueve esta joven compañía asentada por el momento en Querétaro, es que el teatro, en su esencia más sencilla, trata de ponerse en el lugar del otro, “entonces si logramos con esta obra que el espectador pueda ponerse en lugar del otro, tanto en lugar del padre como del hijo, podemos avanzar un poco, podemos apartar un poquito a ese espacio imaginario que queremos todos los artistas de poder aportar a la sociedad, esta manera de abordar esta obra tiende a eso, a ponernos en otro lugar, a observar, a divertirnos, observando desde otro lugar, y que a partir de eso podamos entender al otro, si eso se logra estaríamos bien servidos”, añade José Guillén.

Para iniciar, “Oniria” estrenó en El Sótano Teatro, y dará una función más esta noche, mientras esperan la oportunidad para abrir una temporada de funciones.

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