La incapacidad de comunicación directa con su propia hija, una joven de 25 años que responde sólo por Whatsapp, es lo que llevó al escritor Juan Villoro a escribir "No soy un robot, La lectura y la sociedad digital", una reflexión sobre cómo lo digital transforma la vida y la relación con la lectura.

Y parte de esa transformación es que muchos trabajos están en riesgo ante el uso de IA, por lo cual es necesario regular y crear conciencia para no ser prescindibles.

El trabajo del escritor, guionistas, traductores, periodistas y diseñadores, son algunos de los que corren riesgo ante la IA.

"Hay muchas tareas y no hay legislación competente, una de las cosas más importantes en los contratos de autor, que ya se está viendo con las editoriales, es que se impide el uso de IA; en los contratos que yo firmo dice que no puede tener la portada diseños por IA (...) Que la IA no intervenga en el proceso de creación del libro, eso es muy importante para defender el trabajo de quienes hacemos el libro".

Hacer conciencia sobre el uso de la IA y su debida legislación, es lo que Villoro propone ante tal problema.

"Necesario el contrato de los autores, y en el trabajo con los periódicos depende cómo se organicen los periodistas para no ser despedidos, es un tema social y tenemos que crear conciencia, porque si hablamos de esto, si lo difundimos, vamos a demostrar que, por el momento, no somos prescindibles".

El escritor destaca que también la conciencia debe ser en el sistema educativo y volver a examen escrito y oral.

"Cuando la tecnología te rechaza, la mejor respuesta es la artesanía", refiere.

El título del libro "No soy un robot", de Juan Villoro, recuerda el proceso obligado en ciertos trámites digitales, en donde para continuar, el usario debe seleccionar la casilla que dice: "No soy robot".

"Y lo paradójico es que lo decimos a una máquina y la máquina nos acredita como humanos, somos la primera generación que tiene que decir: Todavía soy humano. Para mantenernos ahí tenemos que luchar en comunicación, en legislación y sobre todo política y socialmente".

El libro, Juan lo escribió como una reflexión ante la falta de comunicación directa con su hija.

"No puedo mentir, tengo que decir la verdad, y si tuviera que decir en una frase porqué escribí este libro, es porque no puedo hablar con mi hija, tenemos una relación buena, pero es una relación mediada por toda este mundo robótico".

Villoro se encuentra en Querétaro como invitado del Hay Festival, que está celebrando su décima edición.

EL UNIVERSAL Querétaro preguntó al escritor si se ha dado el tiempo de preguntarle a la IA qué le parece "No soy robot" de Juan Villoro, y el autor respondió que sí.

"La Inteligencia Artificial ahorita está en una fase de buena educación, está en una fase de tranquilizarnos a todos, porque sigue siendo programada y controlada por gente que sabe el temor que te puede suscitar; entonces te dice, 'qué bueno que escribiste esto, porque yo no tengo la creatividad para poder escribir de estas cosas, tengo la información, y me parece muy atinado cómo la llevas, pero yo no tengo las intuiciones porque no soy capaz de sentir'. O sea se pone en su propio lugar y te da ciertos estímulos para que continúes estudiando la Inteligencia Artificial.

Ese es el estado actual, pero los grandes desarrolladores de la Inteligencia Artificial dicen que evidentemente este es el uso público que tenemos ahora, pero el nivel que ya tiene la Inteligencia Artificial es muy superior, y ya no somos la especie cognitiva más importante del planeta, eso es un hecho, la gran pregunta es, si va a ser capaz de tener ideas propias que no comparta contigo y que incluso te contradiga, es decir, que tenga esta personalidad desvinculada de los humanos, es hacia dónde va, pero todavía sigue siendo un horizonte de ciencia ficción, pero sí tenemos que pensar en eso".

En ese sentido, Villoro dijo que la IA va ir cambiando, pero también la gente que se relaciona con la IA cambiará.

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