Mundo al Revés es un taller que, durante poco más de 10 años, han trabajado el arte y oficio de la cartonería. Con el nombre de Aquí soñé, Mundo al Revés comparte en la Galería Municipal Rosario Sánchez de Lozada, el arte y oficio que los distingue en un mundo marino y de cartón, en donde la imaginación marca la ruta del viaje.
La muestra estará abierta hasta el 30 de noviembre, con la esperanza de que los espectadores acepten la invitación a conocer los sueños de sus creadores.
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Entre ballenas y otros singulares seres marinos, pequeñas comunidades y más pequeños personajes, curiosos y juguetones, todos hechos de cartón, se cuenta la historia del camino que se recorre hasta llegar al sueño deseado.
“Es una instalación que muestra el camino que tomamos para llegar a ciertos sueños, o llegar a un lugar donde nos sentamos cómodos, porque los caminos no son lineales, vamos y venimos, entonces acá el elemento que utilizamos para demostrar ese camino, fueron varias ballenas, nos gustan en el taller las ballenas. Y se plantea la idea de la migración y el movimiento, el desplazamiento para hablar de la búsqueda de ese espacio”, explicó Manuel Basaldúa, fundador de Mundo al Revés.
“Este mar de sueños es para quienes buscan en el horizonte aquel lugar soñado. Te invitamos a que formes parte de nuestro mar de nubes y disfrutes de la instalación, recuerda aquel sueño que te impulsa a seguir caminando hacia el horizonte”, explica el breve texto de sala de la exposición.
Manuel se acercó a la cartonería por gusto, y está inaugurando la primera generación de su familia que se dedica a este oficio que él mismo describe como noble, popular y de fácil acceso a toda persona.
Mundo al Revés nació hace poco más de una década, principalmente con la cartonería, y con el paso del tiempo se han integrado nuevas técnicas a su trabajo.
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“Queríamos herramientas y un trabajo más digno, en donde decidir, marcar nuestros tiempos y compartir el oficio, pero también crear una fuente económica, ese siempre ha sido el plan, y después de 10 años se está consiguiendo ese plan. Ahora estamos metiendo otras técnicas, otras artes, si bien la cartonería es nuestra fuente principal de creación, trabajamos con barro y cerámica, y también con diferentes artistas y artesanos, la función del taller es crear vínculos, arte y conocimientos”.
El taller de cartonería que lidera Manuel participó en el Festival de Día de Muertos que se realizó en la Alameda Hidalgo, con calaveras y otras de figuras de cartonería, como la muñeca Dönxu y un colorido gallo, entre otras piezas, destacando en cada acceso principal un gran torso de esqueleto y cráneo.
Semana Santa y Día de Muertos son las dos épocas del año más importantes para la cartonería. Semana Santa, con los Judas para la quema y los diablitos. Y Día de Muertos con las catrinas y catrines. Pero también se hace cartonería de la lucha libre, sin olvidar a las famosas Lupitas, las muñecas de cartón que fueron el juguete más apreciado de las ahora mamás y abuelitas.
Manuel dice que a través de la cartonería se muestra la importancia de la identidad y las tradiciones. Y cualquier cosa se puede replicar en la cartonería, por la nobleza de la misma técnica.