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Marimba aviva la ciudad de Querétaro

Víctor Garduño e Irán Morales recorren la ciudad con música, y llevan alegría a los habitantes con el sonido vibrante de un instrumento que requiere gran habilidad para tocarlo

Foto. Domingo Valdez
01/08/2025 |07:26
Domingo Valdez
Corresponsal en QuerétaroVer perfil

Las notas de la marimba se escuchan en las calles de la colonia Burócrata, en la capital queretana. La canción es “La negra Tomasa”, de la banda de rock Caifanes, que en manos de Víctor Garduño, adquiere otra dimensión, alegra el día a los vecinos y brinda sustento al músico.

En la cancha de la colonia trabaja un cuadrilla de empleados del municipio de Querétaro, que ahora laboran con la música de la marimba de fondo, amenizando su jornada, que empieza desde las siete de la mañana.

Irán Morales, quien acompaña a Víctor, es quien toca en las casas, pidiendo cooperación para la música. Lo ayuda también a cargar el instrumento. Uno de los más pesados y complicados de transportar.

Víctor dice que cuando vio por primera vez una marimba se sorprendió. “Me llamó mucho la atención. De niño me despertó ese hobbie, esa pasión por la música que siento”, comenta.

Dice que desde los 14 años se dedica a la música. Hoy, a sus 38, no ha dejado la música. “Desde los 13, 14 años empecé en la música por medio de mis tíos, familiares, primos. Mi abuelo fue quien me enseñó, mi abuelo de la Ciudad de México, Julio César Jiménez”, indica.

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Precisa que viaja de San Juan del Río a la ciudad de Querétaro para tocar en las calles con el fin de hacerse publicidad y para que la gente conozca el instrumento, porque, asegura, se está perdiendo la tradición y no quiere que eso suceda. Desea que la música de la marimba sea escuchada por muchas generaciones más.

Además, expresa que no quedan muchos marimbistas como antes. “Ya no hay tantos marimbistas como antes, ya no se dedican a lo que yo me dedico, a hacerse publicidad y a ganarse la vida tocando, es un sustento de vida para mí”, asevera.

Apunta que en San Juan del Río también hay interés en la música de la marimba, pero en Querétaro es mucho más, además de que gusta de tocar en ciertas colonias porque los vecinos ya están habituados a la música y cooperan con gusto.

La marimba tiene orígenes africanos, aunque se considera a Chiapas como la cuna de la marimba moderna. Actualmente es imposible separar este instrumento musical de aquella entidad mexicana.

Víctor dice que cualquiera puede tocar una marimba, pero como todo instrumento tiene sus complicaciones, “tiene su chiste”. Además, deben de tener un repertorio amplio para gustar a la gente, interpretando temas de antaño, boleros, danzones, música y temas que no pasan de moda.

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La jornada de Víctor e Irán es de cinco horas diarias, siempre moviéndose en las calles, estando unos minutos en una ubicación, apenas los suficientes para tocar un par de canciones y darle tiempo a Irán de pasar a las casas pidiendo una cooperación a los residentes de las colonias que visitan.

Una mujer mayor ve con curiosidad, desde dentro de su domicilio, a los músicos que ponen alegría a las antes silenciosas calles. Otro vecino sale y da unas monedas al músico.

No sólo es tocar la marimba, dice, también es complicado cargar el instrumento que pesa alrededor de 25 kilogramos. Buena parte de las cinco horas que trabajan lo hacen cargando la marimba, lo que se hace más complicado con las altas temperaturas, por lo que buscan siempre la sombra para tocar. Cuando llueve, comenta, deben tener más precaución con el instrumento, pues al ser de madera se daña con la humedad.

Víctor explica que los cuidados de una marimba incluyen el mantenimiento de la madera, que se llama hormiguillo, de la parte de arriba, en la tecladura, que requiere un tratamiento especial, además de afinarse cada cierto tiempo, para que la música suene perfecta y mantenga su sonido característico. El resto, dice, es madera normal.

Añade que una marimba tiene un costo aproximado de 25 mil pesos. La mayoría de las mismas se hacen en Chiapas. Incluso, a ellos la gente les pregunta si son de esa entidad.

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Conquistan a chicos y grandes

Víctor lleva siempre con él tarjetas de presentación, para quienes deseen contratarlos para una fiesta. Asimismo, comenta que hay gente que sale de sus casas para pedirles una canción en especial. Incluso, en ocasiones les han solicitado “Las mañanitas” para alguna persona que cumple años. “De repente llegamos y ya está la fiesta. Nada más faltabamos nosotros”, dice en tono de broma.

Aunque la mayoría de las peticiones las hacen personas adultas mayores, también los niños gustan de la marimba. Para ellos tienen temas como “La vaca Lola”, “Baby Shark” o “El ratón vaquero”, así como Cri Cri.

Añade que los niños se acercan a verlos tocar, tal como hizo él en su infancia y que lo enganchó con la música y la marimba. “De la vista nace el amor, y ahí quedó plasmado para siempre”.

Víctor señala que en San Juan del Río él da clases de marimba a quienes estén interesados en aprender a tocar este instrumento. En niños, precisa, son de 13 años en adelante, pues más chicos no alcanzan a tocar con comodidad, o las baquetas se les dificultan, y a más edad entienden más la música.

Dicen que quien toma un instrumento musical en sus manos nunca tocará un arma. Víctor coincide. Afirma que la marimba fue la mejor arma que le pudo dar su abuelo. “La música es una máquina del tiempo que podemos hacerla nosotros mismos. Nosotros tenemos voz, tenemos sentidos, tenemos todo. Estamos abiertos a la música, que aporta a la humanidad sentimientos, alegría, a veces tristeza, pero todo es importante. Sin música yo no le encontraría sentido a la vida”, puntualiza.

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