Estudió contabilidad, pero “siempre tuve inquietudes por el arte”, cuenta Mariceu Erthal. Esa misma inquietud fue la que la llevó a la fotografía, compró su cámara y comenzó de manera autodidacta. Tiempo después entró a estudiar, y fue “amor a primera vista”, dice. “Fue como aprender un nuevo lenguaje con el que puedo hablar, expresar lo que me preocupa, me atrae, me cuestiona, incluso lo que me incomoda”. Hace tres años, antes de iniciar la pandemia, dejó la contabilidad, ese trabajo que parecía era lo mejor, y se abrazó por completo a la fotografía. ¿Un cambio arriesgado? “Sí, pero todo ha salido bien”.

Ahora, Mariceu está lista para presentar en el Encuentro Fotográfico Querétaro (ENFOQUE) 2023. “El mar y sus tormentas”. La inauguración es mañana, a las 17:00 horas, en Galería Libertad, mismo espacio donde se presentará Patricia Aridjis con la exposición “Mujeres de peso”, y Nicola Lorusso con “Ciclorama”. Ese mismo día, en el Museo de Arte de Querétaro, ENFOQUE inaugura a las 19:30 horas la expo “Graciela Iturbide”, y para la misma Mariceu, la fotógrafa Graciela Iturbide es un referente importante.

“Nunca la he visto en persona, entonces si tengo la oportunidad de acercarme a ella y dirigirle unas palabras, serían de agradecimiento por el legado, porque sé que en nuestro mundo y en nuestro momento es difícil como mujer tomar este papel y empoderarse y lograr que nuestras imágenes estén circulando, sí es algo difícil, y no me imagino el tiempo en el que ella (Gabriela) lo hizo, cuando la industria estaba totalmente marcada y dominada por hombres, ella marcó el camino a estas nuevas generaciones, a ella y todas estas mujeres que lucharon, les debemos mucho”, comparte Mariceu en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Durante la pandemia Erthal desarrolló varios ejercicios sobre lo que vivía, diarios visuales sobre la situación emocional que le generó el encierro. “El mar y sus tormentas” es la tercera exposición individual de la fotógrafa queretana, y nació tras su primer viaje al mar, luego del confinamiento que impuso la pandemia.

“Hice un viaje después de haber estado en este encierro, mi primer viaje al mar, y lo hice en Veracruz que es el puerto más grande de México y el que más contaminación recibe todos los días por todo el tráfico marítimo, y a raíz de que se detuvo un poco todo ese movimiento, las playas empezaron a limpiarse. Y de todo eso hice un proyecto entre documental, pero también desde una perspectiva muy íntima y autobiográfica, sobre esa sensación de ver el mar, después de haber estado encerrada. También estuve escribiendo haikus, que son unos poemas con una serie de reglas fijas, y se pretende que se escriban por la inspiración que nos genera la naturaleza. Y también a algunas de las personas que fotografiaba les pedía que escribieran un haiku. Entonces la exposición va a tener imágenes y también unos cuantos textos, un acercamiento poético”.

Su primera exposición individual, “Saudade”, se presentó en la Galería Rosario Sánchez de Lozada, en 2018, cuando aún dividía su tiempo entre la fotografía y la contabilidad.

“Ahí no tenía muy claro mis proyectos, eran muy delimitados, pero también fue una suma de acercamientos que estaba ya teniendo a los temas de memoria, de autobiografía, de violencia, violencia familiar. Tengo un proyecto sobre una mujer desaparecida y en ese momento estaba en proceso ese trabajo, y agregamos a la expo unas imágenes de ese proyecto, entonces fue como una recolección de mis intenciones como fotógrafa, fue un proceso muy enriquecedor”.

El proyecto “Cartas a Gemma”, recordando a Gemma Mávil, desaparecida desde 2011, le permitió ganar la beca Eugene Smith Memorial Found 2020.

“El proyecto narra la historia de Gemma, una mujer veracruzana que desapareció en 2011. En este momento utilicé autorretratos poniéndome uno de sus vestidos. Y eso empezó a ser una mezcla para hablar de un tema social, sumamente doloroso en nuestro país, pero también hay desde un toque autorreferencial. Se llama Cartas a Gemma porque le escribí una carta a ella. Gemma ya tenía mi edad cuando desapareció y yo estaba haciendo ese proyecto, entonces con las cartas también yo estoy identificándome con su historia”.

“Hoy caminé por tu puerta, la que permanece abierta esperando a que tú entres sonriendo, como si hubiera pasado cualquier cosa, un retraso en el autobús, un encuentro con alguna amiga, o solo perdiste la noción del tiempo leyendo algún libro, como te gustaba hacer. Como si estos años no hubieran carcomido las paredes y apagado todas las luces de la casa. Pero hoy, solo llegué yo. Tenías mi edad cuando te destruyeron los sueños, y desde que escuché tu historia, tengo miedo de que alguien mate los míos, y si hoy desaparezco, al conocer tu historia leerían la mía, porque habité tus espacios, reconocí y abracé la mirada cansada de tus padres y lloré tu historia interrumpida”, se lee en la carta.

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