Casa Galería Víctor López presenta dos exposiciones que invitan al diálogo: Inmenso desierto de arena de Pablo Querea, en donde a través del dibujo el artista michoacano indaga en su propia historia, y Anular la garantía de Itzamná Miranda Ruiz, que recibe al espectador con el corazón destrozado. Ambas muestras permanecerán expuestas al público hasta finales de noviembre.
“Es muy importante generar vínculos con otros artistas originarios de otras partes del país, darle difusión y generar el diálogo en Querétaro, con proyectos que tienen que ver con una búsqueda de la identidad o un replanteamiento de la identidad originaria”, explica Víctor López en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.
El diálogo que se busca generar, detalla Víctor, no es sólo de la obra con el espectador, sino con el barrio y con el espacio de la misma galería que se ubica en la calle Héroe de Nacozari, en la casa que tiene el número 31, frente a la Antigua Estación.
La Casa Galería Víctor López se ha caracterizado por dar espacio a artistas de otras ciudades, incluso creativos extranjeros, y continuará con esa misma intención.
“Queremos abrir el panorama, invitar a artistas del norte, sur y del centro. Ahora tenemos a Pablo Querea en el espacio, y su trabajo es un buen ejemplo y referente de los procesos de investigación que cada artista va desarrollando desde la formación profesional, para nosotros es un gusto tener la obra de Pablo, porque es una obra considerable de investigación que es resultante de su maestría, estamos presentando una obra que tiene la parte de calidad técnica, pero también discursiva y la investigación es referente a esta búsqueda que tiene que ver con su identidad”, agrega Víctor.
Pablo Querea presenta, en su Inmenso desierto de arena, un proyecto en el que indaga en su propia historia.
“Durante los últimos 12 meses me he dedicado a comprender mi identidad a través del dibujo. No concibo el dibujo solo como una práctica artística, sino como una forma de reflexión, una vía para establecer cuestionamientos ontológicos que me han empujado a la búsqueda de mi identidad”, explica el artista en el texto de sala que acompaña la exposición.
El proyecto comenzó con dos preguntas clave: ¿Quién soy? y ¿de dónde vengo?
“Inicialmente me consideré mexicano, como me enseñaron en la escuela. Sin embargo, con el tiempo y debido a circunstancias personales, como mi fenotipo, me di cuenta de que tenía ascendencia indígena, más precisamente purépecha. El orden es importante, primero me identifiqué como mexicano según lo aprendido, luego comprendí mi ascendencia indígena y finalmente descubrí mi identidad purépecha. Estos cuestionamientos y reflexiones sobre quién era o debía ser, probablemente estaban presentes en mis dibujos desde el principio, aunque no podía verbalizarlos. El dibujo me ha permitido adentrarme en las profundidades de mi inconsciente”, agrega Pablo.
En la misma Casa Galería Víctor López se encuentra la exposición Anular la garantía de Itzamná Miranda Ruiz, y para visitarla hay que bajar escaleras a otra sala. En la entrada hay un corazón sobre el suelo que los espectadores no quieren pisar, pero que Itzamná ha creado con esa finalidad, de hecho hay un frase, antes de entrar, que dice: “Pisa un corazón, ya sea el tuyo o el mío”. La pieza, tal como pretendía el artista, se ha roto.
“Para el artista, observar el cuerpo desde la perspectiva médica y analítica que le brindaron sus padres, es similar a comprender sosegadamente que, al bombear el corazón la sangre, sostiene un recurso preciado y finito: La vida”, se lee en el texto de sala. Pero dentro de la vida también está la herida abierta, y la muerte, y de eso también hay vestigios en la exhibición.
La serie muestra una notoria diferencia, entre el trabajo pictórico y el trabajo gráfico, pero en su totalidad la exposición refleja una apropiación del espacio.
“La idea es que el artista también se apropie del espacio”, detalla Víctor López al explicar sobre las frases que acompañan las piezas, que fueron escritas en el azulejo de la sala, ese azulejo que todavía da señales del negocio que antiguamente habitaba la casa.
El interés de Víctor es ocupar todos los espacios disponibles de la Casa Galería, incluso los más chicos, que pueden ser destinados para pequeñas exposiciones, muestras de una sola pieza, que sean presentadas junto con ejercicios experimentales, como conciertos en pequeño formato.