El Centro Universitario de Periodismo de Investigación (CUPI) y la revista Albores realizaron la presentación del libro "La conspiración del 68. Los intelectuales y el poder: así se fraguó la matanza", de Jacinto Rodríguez Munguía, en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ.

La presentación del libro tuvo la participación y comentarios de Carlo Daniel Aguilar González, coordinador del CUPI, y de José Luis Álvarez Hidalgo, docente de Licenciatura en Comunicación y Periodismo. Fue la primera presentación del libro fuera de la Ciudad de México (CDMX).

Rodríguez Munguía explicó sobre la importancia de entender a los personajes desde sus características y mencionó que el libro surgió con la intención de descubrir “nueva narrativas” sobre el movimiento estudiantil de 1968 y la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco, en particular cómo desde el poder se preparó, con la ayuda del filósofo Emilio Uranga, la justificación “ideológica” de las acciones del Ejército y el gobierno federal para terminar con el movimiento.

El periodista con más de 15 años de trayectoria en la elaboración de reportajes de investigación y autor de “1968: Todos los culpables” enfatizó que a la sociedad mexicana le falta superar el “trauma” de la matanza de Tlatelolco.

Jacinto Rodríguez señaló que Emilio Uranga “se sirvió del poder” después de que vía la columna “Granero político”, publicada los domingos en un diario nacional de 1968, utilizó las palabras necesarias para justificar las acciones del Estado contra los estudiantes y el movimiento, sobre todo a partir del 22 de julio de 1968.

Por su parte, José Luis Álvarez Hidalgo destacó el hallazgo del intelectual Emilio Uranga como cómplice del poder, que se explica con detalle -personalidad, vínculos, animadversión de otros intelectuales- en la investigación y libro de Jacinto Rodríguez. Dijo que la lectura del texto de Jacinto es “un deleite” y que aporta elementos para comprender la comunicación política de la época.

El coordinador del CUPI, Carlo Aguilar González, enfatizó la importancia de la consulta, revisión y análisis de los cientos de documentos y archivos que hizo Jacinto Rodríguez durante la investigación -casi 10 años-, en particular de dos fondos del Archivo General de la Nación (AGN): el de la Secretaría de Gobernación y el de la Dirección de Instituciones Políticas y Sociales.

Además, destacó la calidad narrativa del autor de “La conspiración de 1968. Los intelectuales y el poder: así se fraguó la matanza” para proporcionar un texto de 305 páginas que se disfruta de principio a fin, y que aporta elementos de valía para la reflexión y la comprensión de la relación prensa-poder.

bft

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