“Cada vez que abro el estuche de mi flauta, parece que me está sonriendo”, dice Elena, y de inmediato extiende su mano para tomar la pequeña caja negra, la abre y sí, ahí está, sonriente y luminosa. Elena Durán ha recorrido el mundo y ha visto son- reír a muchas personas con su música; ha tocado ante miembros de la realeza británica, pero también en lugares sombríos, como las cárceles, ahí el canto de su flauta ha calado en los internos, hasta provocarles una sonrisa entre sus propias lágrimas.
“Ese es el poder de la música”, dice Elena y sonríe. Hoy, la flautista se presentará con la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro y la dirección de Ludwig Carrasco, en un concierto de música de la época de oro del cine mexicano, que promete traer grandes recuerdos con temas como “A la orilla del mar”, “Bésame mucho” y “Amorcito corazón”.
Gran parte de la trayectoria de Elena está dedicada a la música mexicana, es un sueño que decretó desde su infancia. Nació en East Oakland, California; sus padres eran de Aguascalientes y su primera lengua fue el inglés, pero escuchaba el español gracias a su abuelita y fue ella quien la acercó al cine mexicano.
“Cada fin de semana me llevaba a ver cine mexicano y me platicaba de la Feria de San Marcos, de la familia de Aguascalientes, y esa música del cine mexicano es herencia de mi abuelita. Estar de niña sentada ahí en el teatro viendo a Tin-Tán, Cantinflas, Jorge Negrete, Javier Solís, Pedro Infante, mi gran amor (risas), me marcó. Cuando él murió fue la primera vez que vi a mi abuelita con lágrimas. En el teatro, cuando ponían esos rollos de cine que proyectaban en el Zócalo, le dije ‘Un día iré a México y lo haré como músico’, y estar hoy con el maestro Ludwig y los músicos de la Filarmónica es un sueño, es mi sueño de hacer música”.
Su historia está llena de sueños, uno muy especial se cumplió al conocer y grabar con el ex Beatle Paul McCartney. “Quiero ser un ejemplo para los niños y jóvenes mexicanos para que cumplan sus sueños. Fui a un concierto de McCartney y dije: ‘un día voy a conocerlo’. Esperé 18 años y me llamó para grabar un tema. La idea yo la puse en mi cabeza y pasó, me llamaron y me dijeron, ‘Paul está viéndote en la BBC, ¿puedes grabar con él mañana?’. Y al otro día estábamos grabando. Hay que tener esos sueños, no cuestan, el trabajo te los da y cada músico debe tener esa pasión día a día hasta que llegue a la obsesión; el estudio es importante, aunque claro, no hay que olvidarse de vivir”, expresa.
Con su programa “Flauta sin Fronteras” logra acercarse a los jóvenes, ancianos, discapacitados y gente marginada que no tiene la oportunidad de escuchar música en vivo. En 2018, Elena fue invitada como jurado al Concurso Nacional para Solistas de Reportorio Mexicano, iniciativa del director de la OFEQ, Ludwig Carrasco. “Es un proyecto muy necesario, gran idea la de Ludwig, como ha viajado mucho al extranjero, al regresar a México se dio cuenta de las necesidades. Sin duda es una gran idea que se debería replicar en todas las orquestas”.
El dato
Elena Durán toca hoy con la OFEQ, a las 20:00 horas, en el Teatro Metropolitano; y mañana, a partir de las 9:00 horas, dará una clase magistral en el Conservatorio de Música “José Guadalupe Velázquez”.
