El primer acercamiento del director italiano, Leonardo Gasparini, con México fue en el año 1992, en un concierto con la entonces naciente Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), que se celebró en el Auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.  “Me sorprendió, los conciertos sinfónicos se dan siempre en salas de mil, mil 200, aquí era una cosa enorme y estaba lleno”, recuerda con exactitud.

Han pasado 30 años de aquel primer encuentro, ha vivido otras presentaciones con la misma agrupación y el próximo jueves nuevamente tendrán un concierto juntos, pero ahora Leonardo Gasparini va como aspirante al cargo de director titular de la Filarmónica del Estado de Querétaro, puesto que permanece vacante desde 2020.

"La OFEQ es una orquesta respetuosa y noble"
"La OFEQ es una orquesta respetuosa y noble"

Son seis los candidatos que buscan   el puesto de director de la OFEQ, pero en el caso de Gasparini es la segunda vez que participa en el  proceso de selección, la primera  fue en la convocatoria que se lanzó previo al comienzo de la pandemia, proceso que finalmente quedó interrumpido.

Gasparini se graduó en piano, dirección de coro y composición en el Conservatorio B. Marcello de Venecia. Su relación con México tiene dos vertientes, una profesional y una afectiva.

En la profesional, en 2012 tomó el cargo de director artístico del Palacio de la Cultura y los Congresos (PALCCO), en Guadalajara, Jalisco. Desde hace año y medio radica en el municipio de Amealco, y también es docente de la licenciatura de Composición para Medios Audiovisuales y Escénicos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), compartiendo su experiencia con la música de filme.

Para este jueves  27 de octubre, a las 20:00 horas, en el Teatro Metropolitano,  Gasparini ha programado un concierto con las obras Wuk-manik,  del compositor radicado en Querétaro, Mauricio Beltrán; Sinfonía No 29 de Mozart y Sinfonía No 2 de Brahms.

“Son repertorios que permiten a la orquesta ver cómo trabaja un director, y a un director permite ver cómo trabaja la orquesta, es un programa muy sano. No se esconde ahí, no hay nada que esconder. Y debo decir que por el momento estamos trabajando muy bien”, detalla.

De visita en EL UNIVERSAL Querétaro, el  músico y director italiano comparte sus intereses al postularse al cargo de director titular de la OFEQ y adelanta un detalle de su plan con esta agrupación que es Patrimonio Cultural de la entidad.

¿Cuáles son sus motivos  para dirigir esta orquesta?

—Lo principal es que es una buena orquesta, más recientemente la volví a dirigir, siempre tuve una impresión buena y he tenido un buen entendimiento recíproco con los músicos, de hecho, al primer ensayo que tuvimos, en la primera lectura, había reconocido a algunos y me ha dado mucho gusto volver a encontrarlos. Sí, es una buena orquesta, eso es lo primordial. Es una orquesta respetuosa, noble, las cosas fluyen bien, siempre tuve esa impresión yo.

¿Tendría usted, en este momento, algunas palabras que compartir con los integrantes de la OFEQ?

—No me esperaba esto. Yo hablaré con ellos directamente.

¿Qué le gustaría hacer con esta orquesta?

—Me gustaría coronar una vida de experiencias múltiples de orden musical y de orden de relación con la sociedad.

Después de haber hecho en los últimos ocho años un trabajo no de músico sino de gestor cultural en el Palacio de la Cultura y la Comunicación, en Guadalajara, aprendí a dialogar con el público, eso es fundamental. Cosa que los músicos a veces estamos un poquito en una esfera de cristal, un poquito así, pensando que todo el público se interesa de nosotros, y no es verdad, es decir, tenemos que ir hacia ellos y mover los intereses y creo que esta ciudad (Querétaro) de lo poco que he conocido le veo un potencial, y podríamos hacer buenas cosas en el diálogo con la sociedad. Me interesaría mucho, significa escuchar lo que ellos quieren, el público.

¿Los públicos han cambiado?

—Voy a decir sí y no, es decir, el público siempre ha sido ávido de bellas cosas. Y no es caerle de arriba y decirle debes de venir porque es bello. No, hay que abrir verdaderamente un diálogo, una comunicación con ellos. Y sí se puede.

Como gestor cultural un tema que siempre está ahí presente es el presupuesto. ¿Cuál es la situación de la orquesta y qué tanto le tocaría involucrarse en eso, porque también el presupuesto determina las actividades de la orquesta?

—No conozco, no sé. Probablemente en la segunda ronda que está previsto un encuentro con el presidente de la orquesta, imagino, pero no lo sé, que nos va a decir lo de los presupuestos. Entonces, los presupuestos siempre son insuficientes, hay que hacer mucha labor. Un director de orquesta tiene también que hacer la labor de levantar fondos.

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