Ayer fue el ensayo con Santiago Piñeirúa, invitado especial del concierto inaugural de la tercera temporada de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ), que se realizará hoy, a las 20:00 horas, en el Teatro Metropolitano, bajo la dirección de Mark Kadin.
De Wolfgang Amadeus Mozart se presentará el Concierto No. 23 para piano y orquesta, con la participación de Piñeirúa. El Concierto para piano No. 23 fue compuesto en 1786 en Viena, en pleno auge creativo de Mozart.
Santiago Piñeirúa es uno de los pianistas mexicanos más destacados de su generación y una figura clave del pianismo contemporáneo.
Se inició en el piano bajo la guía de Mauricio Náder y más tarde se formó en la Manhattan School of Music de Nueva York, donde obtuvo la licenciatura y la maestría en música.
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Su trayectoria internacional lo ha llevado a presentarse como solista en escenarios de Estados Unidos, España, Francia, Italia, Austria, República Checa, Hungría, Chile, Uruguay, Argentina, Argelia, Túnez y Egipto, incluyendo salas emblemáticas como el Carnegie Hall de Nueva York y la Ópera del Cairo.
Su repertorio combina obras clásicas y contemporáneas, destacando su interpretación del Segundo Concierto para piano de Samuel Zyman, obra que estrenó en 2023 y que ha vuelto a presentar como solista invitado de la Orquesta Filarmónica de Jalisco en 2025.
También ha participado con agrupaciones como la Orquesta Sinfónica de Michoacán, la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y la Orquesta Sinfónica de la UANL, interpretando obras de Beethoven, Rachmaninoff y Chávez, entre otros.
Su trabajo ha sido reconocido con importantes distinciones, como el Premio Nacional de la Juventud en 2011, además de haber sido becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en diversas ocasiones.
De Franz Schubert se interpretará la Sinfonía No. 9 en Do mayor, D. 944, más conocida como “La Grande”, una obra monumental del romanticismo.
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“La Grande” es el testamento orquestal de Schubert, porque aunque Schubert la compuso alrededor de 1826, no se interpretó en vida. Fue redescubierta por Robert Schumann y estrenada por Felix Mendelssohn en 1839.
Se le llama “La Grande” no sólo por su tonalidad (para distinguirla de otras sinfonías), sino por su duración y majestuosidad. Su estructura innovadora y uso de motivos repetitivos influyó en gigantes como Bruckner y Mahler.
Mozart y Schubert nacieron en Viena con apenas 41 años de diferencia (Mozart en 1756, Schubert en 1797) y dejaron un legado inmenso pese a haber muerto jóvenes. Desde muy temprana edad fueron considerados prodigios: Mozart componía y daba conciertos desde los cinco años, y Schubert escribió su primera sinfonía a los 16 años. Ambos vivieron rodeados de música, con familias que impulsaron su formación desde la infancia.
Los boletos para escuchar la obras de estos compositores, en el concierto de esta noche en el Teatro Metropolitano, están disponibles en www.filarmonicadequeretaro.org