Luego de que inició la pandemia, el fotógrafo y docente Edgar Luna empezó a trabajar en un nuevo proyecto de taller, con el objetivo de incrementar el interés por la química. Así surgió el Jardín químico, un experimento que a decir de Edgar no es nada nuevo, pero siempre resulta atractivo para las nuevas generaciones.

“Desde hace mucho tiempo se está haciendo este experimento, recrear  experiencias científicas que ayuden a comprender ciertos conceptos de la química, el jardín químico trata de la cristalización, elaborar cristales de diferentes sales metálicas como cloruro de cobalto, magnesio, nitrato de níquel, cobre, a una solución acuosa de silicato de sodio, esto da como resultado el crecimiento de formas parecidas a plantas, en minutos u horas,  por esta razón se le da el nombre de bosque o jardín químico”, explica Edgar a EL UNIVERSAL Querétaro.

Para el docente no son extraños los conocimientos de química, porque su padre es químico metalúrgico. Y la fotografía análoga y la química, dice, no están alejadas, es por eso que  inició este taller que arrancó de forma virtual durante la pandemia y  en marzo pasado realizó su primera sesión de forma presencial, con alumnos de la carrera de ingeniería en materiales del Instituto Tecnológico de Querétaro, teniendo como sede el Centro de Arte Emergente.

El jardín químico lo desarrollaron  en un recipiente de vidrio, por ello también se le conoce como jardín químico confinado, “pero mantiene ciertas analogías con los sistemas naturales, como arrecifes, y en especial hay un lugar en Chihuahua que se llama las Cuevas de Naica,  tienen muchos años que las descubrieron, pero ahí puedes ver cristales bastante grandes; el jardín químico es una manera de recrear estas experiencias y fenómenos que suceden en la naturaleza”.
Conociendo los materiales, agrega, se puede controlar la creación del jardín, el cual puede durar, con los cuidados pertinentes, tiempo indefinido.

“Sí puede ir modificando su color, y son muy frágiles, se van moviendo de alguna forma libre, pero también con cierta estructura; puedes extraer el silicato de sodio y lo conservar en agua y aceite, y se puede mantener por meses”, agrega.

El proyecto dirigido por Luna también incluye la impresión en la técnica de cianotipia y un indicador de PH casero con la col morada, una forma de reconocer que la química está más cerca de la vida común.

Arte, fotografía y química

Edgar Luna es fotógrafo y artista visual. En  2014 realizó su primera muestra individual Instante-transeúnte en el Museo de la Ciudad; entre las  colectivas en las que ha participado destaca Who Killed Bambi?, en la Galería Libertad, 2018.

Coordinó la publicación Entre calles, manifestaciones de cultura urbana durante los años 2018-2019. En 2020 realizó el fanzine Las Islas tienen Memoria. Y participa en la exposición colectiva del proyecto Imaginario, plataforma educativa con sede en Argentina.

Google News

TEMAS RELACIONADOS