Museo de la Ciudad extenderá hasta el domingo 12 de mayo la exposición de Gerardo Esquivel, 44 años de trayectoria artística. Gabriel Hörner, director del recinto, habló a EL UNIVERSAL Querétaro de la necesidad de difundir la obra de Esquivel, como el mejor homenaje al pintor que falleció ayer; Gerardo recibió un trasplante de riñón hace más de un año, su salud mejoró notablemente, pero hace una semana fue ingresado al hospital y murió a causa de un paro cardiorrespiratorio.

Aprovechando el periodo de extensión de la muestra, se hará un registro fotográfico de las más de 100 piezas que se exhiben en el recinto, entre serigrafía y pintura hecha con diversos materiales y soportes, las obras pertenecen en su mayoría a coleccionistas; con el acervo de fotos se podrá realizar un catálogo que sirva como muestra para llevar el trabajo artístico de Esquivel a otras ciudades.

“Queremos que la visite el público y, otra cosa muy importante, queremos hacer un buen registro fotográfico, porque hay que aprovechar la oportunidad, no es tan fácil tener reunida toda esta obra, pensando que se podría hacer un catálogo de la exposición y con él promover la exposición en otros recintos, yo ya había pedido ese registro para ver si querían la expo en el Museo de Arte e Historia de Guanajuato, quiero proponer esta exposición de Gerardo y una de Julio Castillo, que son dos consagrados; tener un buen registro de la obra que sirva para futuras acciones, la mejor manera de honrar su memoria es divulgar su obra, y si nunca fue reconocido como se merecía, ahora hay que trabajar en eso”, expresó Hörner.

Gerardo Esquivel Estrada nació el 10 de diciembre de 1958, en la Ciudad de México, y llegó a Querétaro a muy temprana edad. Gerardo junto con Julio Castillo, crearon su propio movimiento artístico en la ciudad, los dos rebeldes, contestatarios, creativos incansables. Su paso ríspido por la hoy Universidad Autónoma de Querétaro, lo obligó a dejar la ciudad y viajar a Europa, estuvo en España y también  fue miembro de la academia Vrije Academie Voor Beeldende Kunsten, en Holanda; en 1987 el artista regresó a Querétaro.

Gerardo, junto a Julio, representan la Generación de la Ruptura en Querétaro. Trabajó a lado de Castillo en el Patronato de las Fiestas de Querétaro, bajo la dirección de Antonio Loyola Vera. Su obra se ha expuesto en galerías, museos, espacios públicos y privados de México, Holanda, España, Londres y Francia. Publicó recientemente los libros: A sangre y fuego, Agonía moderna y arte y Squatters. También recibió la presea “Germán Díaz Patiño” 2013, en reconocimiento a su trayectoria artística.

“Nos interesa mucho promover su obra y que trascienda del ámbito local; el problema de esa generación, la Generación de la Ruptura en Querétaro, es que se conoció muy poco fuera de Querétaro, en algún momento sí los presentaron en galerías del D.F., pero eso fue hace mucho tiempo, como en los años 80’s, hoy necesitamos tenerlos presentes”, detalló el director del Museo de la Ciudad.

Gerardo Esquivel, 44 años de trayectoria se inauguró el 14 de febrero para celebrar el aniversario número 22 del Museo de la Ciudad de Querétaro; a la inauguración no llegó Gerardo, pero amigos, gente que conocía la historia, y muchos jóvenes, algunos estudiantes interesados en el arte y la vida del pintor estuvieron presentes, celebrando su grandeza artística.

“Es triste su partida y, por lo menos, estaba muy contento con esta exposición en el Museo de la Ciudad, eso me da un poco de alivio, porque si bien nunca tuvo el reconocimiento que merecía, por lo menos poco antes de su partida se vio rodeado por muestras de afecto y de reconocimiento de su trabajo, por la gente cercana, por todo el ruido que se generó con la exposición”, añadió Hörner.

El trabajo de Julio Castillo, dijo en vida el mismo Gerardo, “quedó disperso y yo no quiero que pase eso con mi obra”; previo a su trasplante de riñón, tomó la precaución de reunir toda su obra y dejó escrito en su testamento el futuro de la misma. “Ya hay un destino, ya mis hermanos saben qué hacer con ella”, dijo en la última entrevista que concedió a EL UNIVERSAL Querétaro.

Hörner, comentó que ahora, familia, amigos que resguardan obra y coleccionistas, tendrán que trabajar en conjunto para catalogar y hacer un registro que dé cuenta de la historia e importancia de las piezas artísticas.

“Debe ser un trabajo en conjunto, porque de alguna manera se tendrá que catalogarlo la obra; duele decirlo pero nunca tuvo un mercado formal, sí tenía coleccionistas pero hay mucha obra que no se sabe de qué año es, cómo se llama; no será un trabajo fácil, pero muy necesario, de hecho es un trabajo que se tendrá que hacer con mucho tiempo, pero el registro fotográfico de la exposición sería como un buen inicio, y sí tenemos un buen número de obras que tienen sus coleccionistas, pero no está toda aquí, está nada más lo que escogió Manolo (Manuel Oropeza, museógrafo de la exposición) para que se exhibiera, pero este trabajo de catalogación de la obra es muy importante hacerlo”, explicó.

De las más de 100 obras que presenta Museo de la Ciudad, Hörner detalló que hay más piezas que no entraron a la muestra porque presentaban daños, como hongos en el papel, uno de los principales materiales que Esquivel utilizaba como lienzo. El asesorar a los coleccionistas sobre el cuidado que deben tener las piezas y restaurarlas para garantizar su vida, es otro de los trabajos pendientes.

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