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El socavón "sin fin" de La Mesilla, destino a una hora y media de Tequisquiapan

Explora el socavón Dogunzafí en Tecozautla, un rincón enigmático del Valle del Mezquital con naturaleza, vapor cálido y rutas rurales seguras.

Aventura y misterio en el socavón Dogunzafí de Tecozautla, un destino natural con senderos, sabores silvestres y aguas termales. Foto: Pinshi Millennial.
21/11/2025 |14:07
Fabiola Hidalgo
Redactora en los sitios regionales de EL UNIVERSALVer perfil

A solo 1 hora con 40 minutos de la ciudad de Tequisquiapan, Querétaro, el de Tecozautla, Hidalgo, resguarda uno de los rincones más intrigantes del Valle del Mezquital: un socavón que parece desafiar la lógica y que los habitantes llaman Dogunzafí, “el trueno viejo”. Un atractivo natural poco conocido, perfecto para quienes buscan aventuras distintas y paisajes que rompen con lo cotidiano.

Foto: Pinshi Millennial.

Un misterioso abismo en medio del campo hidalguense

Ubicado en la comunidad de La Mesilla, este enorme socavón se abre paso entre laderas, pastizales y formaciones geológicas características del valle. Para los habitantes, el socavón “ha estado ahí desde siempre”. Se dice que su profundidad ronda los 30 metros y, al asomarse, el eco resuena con fuerza, ofreciendo una acústica sorprendente que da la sensación de que el sonido se repite sin fin.

Desde la parte superior, la vista es un espectáculo natural: un tapiz de helechos gigantes, algunos de hasta dos metros, cubren el interior fresco y húmedo de la cavidad. Desde arriba, la escena parece sacada de una selva escondida.

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Foto: Pinshi Millennial.

Aventureros que han descendido y vapores que despiertan teorías

Aunque su acceso no es sencillo, algunos jóvenes de la comunidad han descendido con equipo de rapel. Cuentan que la bajada es manejable, pero la subida desafiante por la inclinación de las paredes.

Durante una exploración reciente encontraron algo aún más desconcertante: vapor cálido en el fondo, como si proviniera de aguas termales ocultas. Sin embargo, no hallaron ningún cuerpo de agua ni un punto definitivo que marcara el fin de las cavidades internas. Para los lugareños, esta sensación de “no tener fondo” alimenta el misticismo del Dogunzafí.

En tiempos pasados se creía que búhos, lechuzas e incluso brujas habitaban el socavón. Hoy se sabe que solo es que encuentra un refugio natural en sus paredes.

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Foto: Pinshi Millennial.

Recomendaciones y acompañamiento local

El terreno alrededor del socavón es tan hermoso como impredecible. Hay zonas firmes, pero también partes frágiles que pueden ceder. Los propios habitantes recomiendan que cualquier visita se realice con alguien de la comunidad, conocedor del terreno y de los puntos seguros para caminar.

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Un recorrido lleno de naturaleza y sabores del campo

Llegar al socavón ya es parte de la experiencia. En los senderos rurales abundan plantas silvestres comestibles y medicinales, como la flor de palma o el sangregado, una planta que adormece ligeramente la lengua y deja manchas rojas intensas.

También es común encontrar garambullo silvestre, cuyos dulces frutos sorprenden a quienes los prueban por primera vez. Esta caminata se convierte en un encuentro con los sabores, aromas y colores del campo hidalguense.

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Foto: Facebook Un Rincón de Hidalgo.

Tecozautla: un destino completo a un paso de Querétaro

Si el socavón es motivo suficiente para despertar la curiosidad, el resto de Tecozautla termina por conquistar a cualquier visitante. Este Pueblo Mágico, rodeado de mesetas, domos volcánicos y paisajes semidesérticos, combina historia, naturaleza y bienestar.

La zona arqueológica de El Pañhú, el imponente Reloj Monumental, los senderos del Hualtepec y el histórico acueducto son parte de su riqueza cultural. Para relajarse, Tecozautla ofrece múltiples balnearios de aguas termales, incluyendo , uno de los respiraderos volcánicos más espectaculares de Latinoamérica.

Su gastronomía completa la experiencia con barbacoa de carnero, mole, antojitos tradicionales y nieves de frutos locales como el garambullo y el nopal con queso.

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Foto: Visit México.

Un destino para quienes buscan descubrir lo inesperado

La Mesilla y su socavón “sin fin” son una ventana al lado más enigmático de Tecozautla. Muy cerca de Querétaro, este rincón del invita a explorar senderos rurales, convivir con la naturaleza y adentrarse en historias transmitidas por generaciones.

Un atractivo que combina misterio, aventura y la calidez de una comunidad orgullosa de su herencia.

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