En este pueblo de Querétaro ocurre un ritual lleno de sabor y cultura: una preparación de mole de guajolote que se acompaña con pulque y además se baila al ritmo de la música norteña.
Este lugar es Amealco de Bonfil, un pueblo donde la tradición de cocinar este platillo todos los martes se convierte en el epicentro del estado.
Este platillo es el protagonista en los hogares y en las pequeñas fondas tradicionales del pueblo. Los negocios de Amealco tienen variedad de moles de guajolote como el rojo y el verde. En especial, el rojo, se prepara con chiles secos, como guajillo y ancho, especias, semillas tostadas, chocolate y tortilla quemada.
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Estos ingredientes se van cociendo lentamente en cazuelas de barro, liberando su delicioso sabor característico.
Lo que realmente distingue a este mole de los demás es que se sirve con carne de guajolote de rancho. El guajolote tiene una textura más firme y un sabor más intenso que el pollo, por lo que este platillo se convierte en un manjar con este ingrediente especial.
El mole se acompaña de mezcal, que es parte del día a día de las comunidades de esta región, así como con tortillas de comal hechas a mano con maíz criollo de tono azulado, morados o amarillos.
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Te recomendamos comer en “El Chamizal”, un restaurante donde preparan mole rojo y verde con carne de guajolote los martes y también ofrecen barbacoa de borrego. El ambiente aquí es muy vivaz ya que en el lugar ponen música para bailar.
Se ubica en la carretera Amealco-San Idelfonso y abren de martes a sábado de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y los domingos de 7:00 am a 6:00 pm.
Otro lugar que los usuarios en redes sociales recomiendan visitar es “Barbacoa y Mole San Miguel” y “Mamá Lulú”, aunque cualquier negocio que ofrezca mole de guajolote conserva una sazón única de Amealco.