Bruno es único sobrino de la poeta Rocío B. Ortiz, y al recuerdo de sus primeros años de crianza, de los que Rocío fue testigo, está dedicado el número siete de los Cuadernos Verticales de La Comuna Girondo, que lleva el nombre Poemas para Bruno, que la misma autora define como íntimo, tierno y profundo.
El poemario ya se presentó en el Estado de México y en el programa Palabras de Ida y Vuelta de la Secretaría de Cultura del Municipio de Querétaro. Y el próximo jueves 26 de octubre a las 12 horas, en la librería El Desvelo, ubicada en la calle Francisco Márquez 2a, colonia Niños Héroes, tendrá una presentación especial con la participación de la autora y Dionicio Munguía, editor de la publicación y guía de La Comuna Girondo.
Originalmente, el poemario tenía el título “Días de luz en Flor”, y el nombre se conservó para iniciar con los poemas dedicados a Bruno, el único sobrino de la poeta, con quien tuvo un mayor acercamiento durante la pandemia.
Cercana a su crianza, la poeta documentó en versos los primeros años de Bruno. A los dos años de vida de Bruno, Rocío terminó los poemas, ahora que el niño tiene cinco años finalmente ha sido publicado el poemario en su honor.
“Los temas de maternidades y los temas de mujeres no son algo que le interese al público”, dice Rocío al explicar que por varios años los versos dedicados a Bruno se mantuvieron guardados en el cajón. Pero el ánimo de la poeta Dalia Larisa J. Otero, quien también tiene obra cercana a las maternidades, influyó para que Rocío se decidiera a publicar su obra.
Un álbum familiar
“Aún no abres los ojos / y ya eres recuerdo / de los días cuando la abuela Flora/ te acurrucaba en su vida”, con estos versos inicia el recorrido poético. Rocío logra hacer, entre verso y verso, una bitácora de lo que es la crianza, no como protagonista, sino como testigo cercano, mirando el trabajo que hace la abuela Flora y también su hermano, el padre de Bruno, tocando temas y vivencias cotidianas por los que atraviesan las familias, pero ante la mirada de escritora esas vivencias son dignas de hacerlas eternas, capturarlas en un poema, como quien toma una fotografía para el álbum familiar.
Fue el poeta y editor Dionicio Munguía quien leyó los inéditos dedicados al pequeño Bruno, y decidió publicarlos en la colección Cuadernos Verticales. “No pude haber tenido un mejor editor”, expresa Rocío y comparte que el proceso de la edición, junto a Munguía, le dejó grandes enseñanzas.
El libro cierra con Epifanías, una serie de poemas que hablan de la autora, de sus recuerdos de infancia, agregando más postales a ese álbum familiar.
“Tengo un vestido con un paragüitas bordado. / Mamá me lo pone porque nos vamos,/ cepilla su cabello con mucha prisa/ y me sienta en un negro veliz./ Me dice que e despida de mi hermano./ Me dice que me despida de Papá./ Mi paraguas es azul, pero no protege de la lluvia. / La soledad es húmeda y la tristeza mojada, /pero nunca salpican mi vestido, / porque yo tengo un paraguas”.
Cuando Bruno crezca, encontrará en este poemario una buena parte de su vida, y podrá reconocer entre los versos a su tía Rocío, no sólo como quien escribió el poemario, sino como alguien que fue parte importante desde sus primeros años.
Rocio B. Ortiz es originaria Tula de Allende, Hidalgo, y radica en Querétaro desde los cinco años de edad. Inició su formación artística en 2010 en los talleres del Seminario de Creación Literaria, de la mano del poeta Arturo Santana.
Es licenciada en Estudios Literarios por la Universidad Autónoma de Querétaro, y autora de Amoroso Vacío (Herring Publishers,2015; Infinita, 2021; Eliona, 2022), coordinadora de la librería El Desvelo, y es también Vocal del Consejo Literario Queretano.