Con la inauguración de seis exposiciones, el Museo de la Ciudad celebrará su XXV aniversario, el próximo 14 de febrero. El recinto abrió sus puertas el 14 de febrero de 1997, como centro vivo de la diversidad cultural de Querétaro, ocupando lo que años atrás fue el convento de Capuchinas. Y con la guía de Gabriel Hörner, este espacio se ha convertido en un punto de encuentro entre artistas, amigos y público, el epicentro cultural de la ciudad, recinto incluyente y multidisciplinario.

El Museo de la Ciudad presentará las exposiciones Las rodillas del Ciprés de Javier Barrios, El ruido del mundo al caer de Joaquín Segura, ambas con curaduría de Inbal Miller y Edgar Alejandro Hernández; Goya vs Bacon de Artemio Narro; Anexados de Valerio Gámez; Stock de Gaspard Le Guen; Cinco-grafías, una colectiva con gráfica de Martha Pacheco, Ana Luisa Rébora, Víctor Hugo Pérez, Enrique Oroz y Juan Carlos Macías y la instalación Airscapes de Rafael Beneytez-Duran y Peter Jay Zweig.

Un espacio vivo que recibe a artistas emergentes y consagrados

En sus 25 años, el Museo de la Ciudad ha mantenido abiertas sus puertas a los artistas jóvenes, pero también es un espacio donde los artistas consagrados y de reconocimiento internacional aceptan con gusto presentar su obra, pues saben del eco y la importancia del lugar.

“Se ha convertido en uno de los instrumentos más flexibles para atender e impulsar las demandas artísticas y culturales de los creadores y públicos más diversos en nuestro país y en una plataforma para el diálogo entre las prácticas artísticas, locales, nacionales e internacionales para ofrecer al público local y foráneo una amplia perspectiva de las diferentes corrientes y disciplinas del arte contemporáneo. El museo ha servido también para articular propuestas sociales, académicas y culturales de actores muy disímbolos presentes en la sociedad queretana”, afirma Gabriel Hörner, director del Museo de la Ciudad.

Tiene 22 salas de exhibición temporal, incluyendo la oficina de Gabriel. Además de sus espacios escénicos formales, sus pasillos, escaleras y azotea, han servido como escena de montajes teatrales y cuenta con una biblioteca infantil, donde ofrecen talleres y presentaciones.

“El museo ha presentado a lo largo de estos años más de seis mil exposiciones, más de mil 500 conciertos, más de 10 mil funciones de teatro, más de ocho mil funciones de danza, más de nueve mil funciones de cine, más de tres mil talleres, cursos y diplomados, más de dos mil actividades literarias, infinidad de performances y eventos de difícil clasificación”.

En el primer año de la pandemia, como los demás espacios culturales, este recinto mantuvo sus puertas cerradas, ese fue el momento en que artistas y público se dieron cuenta de la importancia que tiene el Museo de la Ciudad como punto de encuentro, de reunión entre amigos, de diálogo, como espacio de trabajo e improvisada oficina para gestar nuevos proyectos.

El Museo de la Ciudad, sin duda, es el espacio más vivo y más contemporáneo de Querétaro, sus puertas siempre están abiertas a todo público, incluyendo mascotas.

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