A media hora del bullicio del centro histórico de Querétaro, en la región conocida como El Marqués, se extiende un corredor turístico que combina siglos de historia, arquitectura colonial, cultura vitivinícola y gastronomía con identidad local.
Las Haciendas y Viñedos del Marqués conforman una asociación de 14 desarrollos turísticos que han revitalizado antiguas construcciones para ofrecer a los visitantes experiencias únicas en el corazón del Bajío. Más que una escapada rural, esta zona es un puente entre el pasado novohispano y las nuevas propuestas de turismo sostenible y enogastronómico.
La zona de El Marqués alberga cinco haciendas que han sido cuidadosamente restauradas, algunas con más de cuatro siglos de historia. Estos espacios no solo conservan su esencia virreinal, sino que han sido adaptados con servicios de primer nivel: hoteles boutique, restaurantes de cocina local, jardines majestuosos y espacios para eventos sociales o empresariales.
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Ya sea que busques un fin de semana en pareja, una celebración familiar o simplemente un paseo para conocer la historia regional, las haciendas del Marqués se convierten en una alternativa de turismo cultural y de naturaleza a tan solo 30 minutos de la capital queretana.
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Además de las haciendas, El Marqués destaca por su creciente número de viñedos y propuestas gastronómicas. En total, son 10 viñedos que abarcan 69 hectáreas de vid y una producción de más de 80 mil botellas anuales, muchas de ellas con etiquetas premiadas.
Puerta del Lobo y Vinos del Marqués ofrecen experiencias enoturísticas como catas temáticas, elaboración de tu propio vino y eventos con maridaje. Rancho Santa Marina, por su parte, combina vitivinicultura con quesería artesanal, especializada en quesos orgánicos de oveja y cabra.
Viñedos del Polo, María & Bernardo, El Terregal y Cosecha de Pórticos complementan la oferta con picnics entre viñedos, recorridos ecuestres, glamping de lujo y talleres de doma natural.
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Las opciones van mucho más allá de la simple degustación. Puedes reservar recorridos en bicicleta o a caballo, vivir una jornada como vinicultor, asistir a talleres de cocina tradicional, presenciar espectáculos ecuestres o disfrutar de catas con música o arte en vivo.
Una experiencia popular es el circuito de tres horas que incluye:
Otra propuesta, “Vinicultor por un día”, incluye visitas guiadas, elaboración artesanal de vino, degustaciones y una comida de tres tiempos con productos de la región.
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El acceso a El Marqués es rápido y cómodo desde el centro de Querétaro. Es recomendable hacer reservación previa, ya que muchas de las experiencias están diseñadas para grupos pequeños o personalizados. La mayoría de los lugares atienden de jueves a domingo, aunque algunos espacios, como hoteles o restaurantes, están abiertos toda la semana.
Más allá del turismo convencional, las Haciendas & Viñedos del Marqués representan una forma de reconectar con la historia, apoyar proyectos locales y descubrir nuevas formas de disfrutar el paisaje queretano. Aquí, el vino y la gastronomía se encuentran con la tradición arquitectónica y el respeto por la memoria del territorio.
Si buscas un destino que combine cultura, naturaleza y placer, esta región del Bajío merece estar en tu lista. La historia sigue viva en cada muro de cantera, en cada copa de vino y en cada platillo que honra la cocina local.
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Entre piedras centenarias, aromas de vid y relatos que marcaron épocas, estas haciendas te ofrecen más que un paseo: una experiencia inmersiva que celebra lo mejor de Querétaro.