La curiosidad por el rock progresivo llevó a Édgar Guzmán a estudiar composición; su proceso creativo atiende a interrogantes que a lo largo de 17 años se repiten, pero no desde la misma perspectiva y profundidad. Édgar es originario de Querétaro y autor de música acústica de cámara, electrónica y mixta, su obra se ha presentado en festivales de música nueva en México, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina, Chile, Venezuela, Colombia, Austria, Francia, Polonia, Alemania, Suiza y Holanda.

A punto de concluir su periodo como miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2017-2020), el compositor habla con EL UNIVERSAL Querétaro sobre su trabajo y expresa su interés de llevar su obra a Europa.

¿Cuál es tu historia con la música?

Tenía curiosidad por el piano, y en la preparatoria con un grupo de amigos tocábamos rock, yo en el bajo, eran cosas muy simples, pero poco a poco me fui interesando en lo que a mí me parecía una opción de vida (...). Cuando empecé a estudiar quería hacer rock progresivo, pero las dificultades que eso me provocó, en cuestión de entendimiento, me llevaron a preguntarme: ¿cómo lo puedo hacer? Y eso me fue llevando a hacerme más preguntas, mismas que me llevaban a otro lugar y encontrar otras ideas, así empecé a componer.

¿Las preguntas que te hacías, son las mismas que te haces ahora?

De alguna manera son las mismas, ¿cómo puedo hacer eso que no entiendo? Hay muchas cosas que me sigo preguntando y sigo sin entender, ahora la diferencia sería la discontinuidad. En la historia de la música parece que hay una evolución, una continuidad, y la idea de discontinuidad me provocaba un vacío en el que yo decía: primero tengo que llenar ese vacío. Después me fui dando cuenta que no, al contrario, son las discontinuidades las que generan un vacío y ese vacío no es necesario llenarlo. Actualmente ya no creo que sea necesario entender, es contraproducente para la creación del arte general; y en el caso de mi trabajo, en las últimas piezas para el Sistema de Creadores, siempre busco algo que me ubique en el lugar de no saber, de no entender, y a partir de ahí me pregunto: ¿qué más puedo hacer? Sin preocuparme por esta parte de racionalizar e integrar eso en una obra.

En un vistazo al pasado, ¿qué cambios hallas en tu obra?

Del 2002 al 2010 hubo varias piezas en las que gradualmente me fui sintiendo insatisfecho con la notación musical, me daba seguridad al momento de llegar a los ensayos y al concierto, porque de alguna manera ya sabía qué iba a pasar, y eso poco a poco dejó de satisfacerme creativamente. En 2010 hice una pieza, Estudios Espectrales I, en la que dejé de lado la notación y llegué al ensayo con los músicos sin una idea objetiva de lo que pasaría, aunque había una estructura en la pieza no sabía lo que iba a pasar en el detalle sonoro. Después dije: esto me interesa, porque no entiendo cómo pudo surgir eso, cómo es que se interpretó esto a partir de algo que yo gráficamente estructuré, y algo de eso me dejó ese vacío, que no es tanto que me interese llenarlo. A partir de Estudios Espectrales I, dije: quiero seguir por ahí y lo he estado haciendo, a veces integrando elementos de notación para hacer un equilibrio, aunque no es necesario.

¿Con el Sistema Nacional de Creadores, qué proyecto trabajaste?

Una revisión de todo lo que yo había hecho; la primera pieza que escribí fue un cuarteto de cuerdas, en 2001, tengo la grabación y partituras aunque ya no las muestro, pero para mí fue muy significativo proponer un cuarteto de cuerdas como primera pieza del Sistema. Cuando hice mi primera pieza me puse como objetivo conseguir el Sistema, del 2001 hasta el 2017, año en que realicé el proyecto, lo presenté y lo aprobaron, son casi 17 años, y todo eso es un trayecto que propuse rehacerlo de alguna manera. El hilo conductor de mi proyecto fue hacer una revisión o revaluación desde lo que fue mi primera pieza, tratando de cubrir 17 años de trabajo, para poner un punto de referencia en lo que ha sido no sólo mi trabajo, sino mi vida dentro de la composición.

¿Finalizas el proyecto del Sistema y qué sigue?

Seguir haciendo música, porque cada pieza cierra algo pero al mismo tiempo abre otras cosas, sigo interesado en ese vacío del no saber, que nunca se va a llenar, por más obras que pueda hacer y claramente quisiera que mi música siguiera teniendo más proyección internacional, que se tocara más en Europa, que he tenido varios conciertos, pero no han sido tan frecuentes como en México, EU y en Argentina, entonces me gustaría tener más presencia en Europa.

Google News

TEMAS RELACIONADOS