“En la escuela me dijeron que era fea por ser negra, me dijeron que no podía vestir de rojo, porque eso, a las morenas, nos hace ver más corrientes. (...) Soy prieta, como el setenta por ciento de la población. Soy prieta, no prietita, no more, ni morenita, porque soy muy grande, soy suficiente. Y hoy lo digo con orgullo y sin vergüenza. Soy prieta y amo mi prietud”, escribió estos versos Alix Yolitzin para acompañar su pintura: “Soy prieta resentida”, óleo que forma parte de la exposición “Soy prieta. El cuerpo femenino, raíz, territorio, memoria y resistencia” que se exhibe en Galería Impulso.

“Decir con orgullo ‘Soy prieta’, es reapropiarme de la injuria, del insulto, es cambiar la connotación de la palabra, es reapropiarme del derecho de autonombrarme con dignidad, es reafirmar mi derecho de existir”, explica la artista.

Alix Yolitzin es arquitecta y artista plástica, su anterior exposición, “El cuerpo: femenino: Territorio de Batalla en México”, dio paso a su proyecto “Soy prieta”, en el que sus protagonistas son mujeres reales, mujeres mexicanas que representan la continuidad del linaje femenino, con cuerpos únicos que son testigos de su propia historia.

Decir “Soy prieta” es un orgullo: Alix Yolitzin
Decir “Soy prieta” es un orgullo: Alix Yolitzin

El cuerpo de la mujer, por años, ha sido señalado por su color de piel, por sus rasgos físicos, por su origen.

La violencia de género nos afecta mucho más, porque nuestro cuerpo siempre ha sido más violentado que el cuerpo de los hombres, somos leídas a partir de nuestra corporalidad, todo lo que incluye: nuestra piel, los rasgos de nuestra cara, el cabello, y cuanto espacio ocupamos, quiero decir, si soy gorda, si soy flaca, si soy grande, si soy alta, si soy pequeña. Todas estas características corporales son siempre muchísimo más juzgadas, hay muchísimo más prejuicio alrededor de una corporalidad femenina que alrededor de una masculina”, explicó la artista en una entrevista previa con EL UNIVERSAL Querétaro.

“Soy prieta, El cuerpo femenino, raíz, territorio, memoria y resistencia” es un proyecto que se divide en dos, la primera parte es una serie de 11 piezas que ya se exhiben en Galería Impulso, ubicada en Hacienda Escolásticas 107, Jardines de la Hacienda.

En marzo, en la Fundación Carol Rolland, se hará la presentación de la segunda parte, que incluye seis piezas más, además de un compendio de fotografías, collage y algunos videos que la artista tomó a las mujeres que fueron entrevistadas para este proyecto, mujeres originarias de la zona del Valle del Mezquital, Hidalgo, quienes compartieron historias del señalamiento que han vivido por ser mujer, por el color de su piel, por su cuerpo, por su descendencia.

Para Alix, esta exposición es también una oportunidad de representar a las mujeres mexicanas, como ella misma, y ver sus rostros y su cuerpo como figura principal de un lienzo expuesto en una galería de arte.

“Que vean también que hay una representatividad de las personas de piel morena en el arte, porque es poco común, al menos yo que soy de piel morena, es muy poco común verme representada en una imagen, en un lienzo, entonces, el mostrar la representatividad es importante, porque la representación de estas corporalidades no son comunes en el medio de las artes”.

“Soy prieta y amo mi prietud, como amo a mi madre prieta, como amo a mi abuela, a mi hermana, Soy prieta y puedo vestir de rojo, de oro y del color que me dé la gana”, son otros versos que acompañan a la obra “Soy prieta resentida”.

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