Sobre sus cabezas, los bailarines convocados por Mary Paz Cervera, cargan tocados que a lo lejos parecen extravagantes y glamorosos. De cerca esa extravagancia y glamour se convierte en símbolos de violencia, son piezas que representan la violencia psicológica, económica y sexual a las que son sometidas las mujeres.

Un tocado está construido por cuchillos y pedazos de espejo, simulando el aura de las imágenes virginales. Otro más está hecho con muñecas desnudas y mutiladas. Dos manos sostenidas sobre el tocado parecen someter con fuerza la cabeza de la bailarina que lo lleva puesto. Uno tiene pequeños cráneos y cruces negras.

La artista Mary Paz Cervera lanzó la convocatoria para que bailarines de danza contemporánea se sumaran al proyecto “Puesta en escena, performance sobre la violencia de género”, portando los tocados que ella misma creó, representando 10 tipos de violencia que se ejercen en contra de la mujer. A la convocatoria respondieron en su mayoría mujeres, y la pieza se estrenó el pasado fin de semana en el Museo de Arte de Querétaro (MAQRO). La presentación del performance es gratuita y tendrá más funciones el próximo 23 y 24 de julio, en un horario de 12:00 a 13:00 horas; y de 16:00 a 17:00 horas.

Danzar para exhibir violencias contra las mujeres
Danzar para exhibir violencias contra las mujeres

Ulises Solís, bailarín egresado de la Universidad Autónoma de Querétaro y con un colectivo de arte escénico independiente, se unió al proyecto cargando en su cabeza el tocado que exhibe la violencia sexual. Para Ulises, que viene de una familia en la que son principalmente mujeres, dice que es importante visibilizar y sensibilizarse sobre este tema.

“Particularmente en México, tristemente, está muy intenso ese tema de la violencia a las mujeres y bueno, qué podría decir yo, me siento muy sensible ante ello porque vengo de una familia donde la mayoría son mujeres, entonces eso en mí toca fibras internas que sensibilizan más; también creo que está la oportunidad de sensibilizarse más al escuchar experiencias o al verlas, no sólo en las noticias, sino en proyectos como el de Mary Paz, qué mejor que traerlo a colación en los temas de conversación dentro de museos o dentro del arte mismo, que siempre ha sido para eso, para expresar e ilustrar situaciones de la sociedad”, dice el bailarín.

Natalia Hernández aún es estudiante, pero ya forma parte del colectivo Inexorable, y se sumó al proyecto de Mary Paz, cargando un tocado que luce repetidamente la palabra “Peligro”, son pedazos de las ya conocidas cintas rojas que se utilizan para delimitar el paso en ciertos espacios.

“Mi tocado va un poquito más allá de la violencia psicológica, que no es tan visible y no se alza tanto la voz para denunciar. Siento que es muy importante este tipo de intervenciones, porque bien dicen: lo que no nos entra con palabras o con hechos, nos entra a través del arte. Uno como artista toma el cuerpo como instrumento de trabajo, y como mujer tristemente todas, en mayor o menor medida, hemos vivido algún tipo de violencia y obviamente buscamos cómo erradicar desde nuestra trinchera, que es la expresión artística, hacer un cambio”, expresa la joven bailarina.

Además de Natalia y Ulises, a la coreografía se unen Emilia Ramírez, Elisa Díaz, Ana Karen García, Viviana Ortiz, Cossette Hernández, Karina Sánchez, Janina Campos y Ramiro García.

La violencia contra la mujer vista desde otros lenguajes.

“Dispositivos de ausencia” es un proyecto previo de Mary Paz Cervera, junto con Viviana Beltrán, en el que aborda la problemática del feminicidio en México. Ahora, con “Puesta en escena, performance sobre la violencia de género”, exhibe la violencia a la que es sometida la mujer en distintos espacios y circunstancias, algunos tan comunes que pasan desapercibidos como violencia.

“En la continuidad de buscar nuevos lenguajes de expresar lo que veo que está normalizado sobre estas violencias a la mujer, y no hay ni siquiera sensibilidad, no sólo de una sociedad sino de uno mismo, nació este proyecto. En la sociedad suceden violencias de diversa intensidad, por decirlo así, y las menores pasan normalizadas y las vamos asumiendo y tolerando hasta que llega a niveles de un feminicidio, la intención con estos tocados es poner atención en violencias que empiezan de lo pequeño, como una violencia doméstica, una que no reconocemos y que como tal asumimos, que es un salario menor, o el trabajo no remunerado que es el trabajo doméstico, la intención de estos tocados es darnos cuenta o poner atención que hay muchas violencias que necesitamos dejar de normalizar y visibilizarlas ante una sociedad que ya ni siquiera las ve”, explica Mary Paz.

La misma Cervera es la creadora de los tocados. Originalmente el proyecto se centraba en la exhibición de las piezas, pero el proyecto creció al invitar a los bailarines, quienes a través de su cuerpo y el movimiento, interpretan la problemática de cada una de las violencias que representan los tocados.

En la coreografía también se distingue la cinta en rojo con la palabra ‘Peligro’, que sirve como una cuerda para someter a las mujeres, una escena muy simbólica que evoca una realidad de la cual muchas mujeres se pueden salvar, pero otras no.

“Algo que quería marcar era que muchas veces de estas violencias sola no puedes salir, una no puede saltar si no lo habla, si no tiene ayuda, ahí entra la sororidad, y por eso me parece muy importante, tenemos que generar la unión, redes entre mujeres para ayudarnos”, agrega Mary Paz, destacando además la importancia de apropiarse de los espacios culturales, como el Museo de Arte de Querétaro, para hablar de estas problemáticas sociales.

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