Los artistas arriban hasta el puente B que lleva a San José de los Olvera y trazan un perímetro de seguridad para instalar los andamios, la pintura y un vehículo en el que se trasladaron. Después de ello se disponen a aplicar, con una paleta, la pintura acrílica.
Los muralistas Cokina (Mariana Gómez) y Ryper (Antonio Rosales) comienzan a hacer sus trazos del día. Chuchín les mira, mientras vigila de reojo los materiales, observa las mezclas de color y los autos que pasan cerca. Él es un perro blanco, proveniente de Zacatecas, que contempla cómo poco a poco los brochazos van dando forma al mural que se dibuja ante los ojos curiosos de las personas que pasan por debajo del puente B de Los Olvera.
Cuidadosamente Cokina traduce con trazos largos el boceto pegado a la pared, mientras Ryper empuja el andamio para acercarse a una imagen que va tomando forma de la Virgen de El Pueblito.
El mural se apega a la convocatoria de reflejar las tradiciones y símbolos que son la identidad del municipio de Corregidora.
El artista muestra a varios personajes femeninos que llevan distintas ofrendas ante la imagen de la Virgen, ofrendas materializadas en objetos, pero que también pueden ser representación del trabajo y el esfuerzo cotidiano que se ofrece a la vida.
Esta obra será la última de la segunda etapa, de un total de 12 en mil 900 metros cuadrados, del programa “Murales con Tradición”, donde el Instituto Municipal de la Juventud de Corregidora (IMJC) y Nueve Arte Urbano colaboran para involucrar a artistas urbanos y a la población en la rehabilitación de espacios.
Los artistas intercambian palabras, revisan sus piezas, descansan y vuelven a la obra. El encargado de la documentación gráfica, Israel Pérez, se acerca y ocupa un lugar estratégico para retratar y filmar los trazos.
Este mural será el cuarto de un total de 12 donde participan artistas queretanos, de Guanajuato y Oaxaca. Los creadores y colectivos confirmados en este proyecto son Calladitos, Tania Quezada, Renata Martínez, Goal Maya, GOFE, Ryper, X Familia y Sermob.
Y aunque la pandemia ha cambiado la agenda del proyecto original, se tiene en mira realizar el trabajo multidiciplinario en barrios, una intervención con autoridades municipales, artistas y vecinos.
El director del IMJC, Ricardo de la Vega, indicó que la “intención es que les entreguemos la pintura y los mismos artistas sean los que los guíen para pintar sus fachadas, para hacer alguna paleta de colores, algo que identifique mucho ese andador bajo las historias que ellos nos cuenten (…) No es nada más llegar y pintar, hay un equipo de sociólogos que han interactuado con la población, y transmiten esto a los artistas que crean bocetos, se revisa que se adapten a la realidad y a la población y al final bajo esa autorización se hace el mural. Todos formamos parte de este proyecto”.
Mientras cambia el semáforo de la pandemia en Querétaro, los artistas continúan su trabajo ante la cada vez más curiosa mirada de los vecinos que circulan con descoloridos con cubrebocas.
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