En el corazón de Querétaro, al poniente de la capital, se encuentra Santa María Magdalena, una comunidad con raíces otomíes que ha sabido conservar su identidad cultural a lo largo del tiempo. Aunque la modernidad ha transformado su paisaje, este barrio sigue siendo un referente de tradiciones vivas, entre ellas, una joya gastronómica local: los lolos.
Este antojito, poco conocido fuera del estado, ha logrado fama gracias a su sabor, su método de elaboración artesanal y su vínculo directo con la historia culinaria de la región. En especial, los lolos de Tacos Doña Mary, ubicados en la calle Independencia, son considerados el epicentro de esta delicia queretana.
Aunque a simple vista podrían parecer molotes o incluso “churros salados”, los lolos son una preparación única de Querétaro. Se trata de bolitas de masa de maíz nixtamalizado, cuidadosamente trabajadas a mano, que encierran en su interior un relleno de carnitas, particularmente “migajas”, los sabrosos restos del fondo de la cazuela donde se cocinan las carnitas.
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Estas bolitas se fríen en manteca de cerdo hasta adquirir una textura crujiente por fuera y suave por dentro. El resultado es un bocado dorado, jugoso, con un sabor potente que remite a las cocinas tradicionales de barrio.
A diferencia de otras garnachas del centro de México, los lolos no se ahogan en salsas ni llevan crema o queso. Su autenticidad radica en la calidad de sus ingredientes y el modo en que se preparan.
La masa debe tener la hidratación justa para evitar que se agriete o explote al freír y el relleno se pica o desmenuza hasta el punto de parecer una pasta espesa, lo que permite que se integre perfectamente en la cocción.
Servidos tradicionalmente con chiles toreados y sal de grano, los lolos son un platillo que encapsula la esencia de la comida callejera queretana: simple, poderosa y hecha con manos que conservan el legado culinario del lugar.
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Ubicado en Independencia 8, el pequeño local de Doña Mary se ha convertido en una institución para los habitantes de Santa María Magdalena y los amantes de la comida tradicional queretana. Aunque su carta incluye también tacos de canasta, son los lolos los que roban protagonismo.
Este local ofrece una experiencia culinaria sencilla, pero profundamente auténtica. La preparación es diaria, artesanal y responde a las técnicas que han sido heredadas por generaciones.
Los lolos no sólo son un platillo típico: son un símbolo de resistencia cultural. En una comunidad que ha enfrentado transformaciones sociales, lingüísticas y urbanas, la cocina sigue siendo un espacio de preservación. En Santa María Magdalena, preparar y vender lolos no es sólo una actividad económica, sino una forma de mantener vivas las tradiciones.
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Además, durante las festividades patronales en honor a Santa María Magdalena, cada 22 de julio, estos antojitos se vuelven parte del menú obligado. Junto con el mole, la tortilla hecha a mano y los frijoles de la olla, los lolos forman parte de una identidad colectiva construida a través del sabor.
Así que, si visitas Querétaro, no te vayas sin conocer Santa María Magdalena. Entre calles con historia, leyendas del tren y danzas tradicionales, encontrarás uno de los secretos mejor guardados de la gastronomía local: los lolos, una delicia que no necesita presentación.