El Día Mundial del Teatro se celebra el 27 de marzo, pero en el Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro (CECEQ) “Manuel Gómez Morín” el festejo será este 25 marzo, con la tercera edición de la Noche de Leyendas, en la que actuarán los integrantes del taller de teatro que lidera Fernando Pérez Valdez.

“La Casa de la Zacatecana”, “El Charro Negro”, “La Llorona”, “La Casa de Don Bartolo”, son algunas de las leyendas que están programadas, además de incorporar nuevos montajes como la leyenda de la Malinche, la historia del famoso acueducto de Querétaro, la leyenda de la Casa del Faldón y de la Nahuala, “y una muy preciosa, ‘La leyenda del Colibrí’, es la historia de cómo surgieron los colibríes dentro de la creación divina”, detalla el mismo Fernando.

La cita para unirse a esta fiesta teatral es mañana, a las 19:00 horas, en el auditorio del CECEQ “Manuel Gómez Morin”, ubicado en el acceso B, planta alta. Y es un evento con entrada libre.

Pérez Valdez inició con el taller en abril de 2022, y a casi un año de su formación dice que los mismos estudiantes se sorprenden de lo que han logrado.

“En el grupo tenemos a 24 personas, en su mayoría son personas que siempre tenían el anhelo de hacer teatro, son más mujeres y hay de diferentes edades, incluyendo personas de la tercera edad, que muchas de ellas se cuestionaban si podrían dedicarse al teatro a su edad.  Una de ellas me decía ‘Es como un sueño hecho realidad’, otra me dijo que siempre había querido hacer teatro pero que era muy tímida, y en su edad adulta dijo ‘¿Por qué no lo voy a hacer, claro que sí’. Y es una alumna extraordinaria”, platica en entrevista con EL UNIVERSAL Querétaro.

Lo que les llama la atención del taller de teatro es que se pueden sentir realizadas, “saber que sí pueden hacer las cosas, porque muchas decían ‘No me atrevía, pero ya lo hice’. Lo que yo les digo el primer día que llegan al taller es: ‘Ustedes ya son actores y ya son actrices’, y eso les cambia la vida, ya luego ellos mismos se dan cuenta de que tienen que tener técnicas, ensayar, y se dan cuenta de cómo se va preparando un actor, pero desde el primer día que pisan el salón de clases deben considerarse actores y tratar de ser cada día mejores”.

Y lo más importante es que se ha creado un grupo de personas interesadas en hacer teatro, que se reúnen en un lugar seguro, donde no hay señalamientos ni críticas por quienes son.

“Muchos llegaron con la duda de si el taller era una actividad exclusiva para los jóvenes, puros adolescentes, entonces se sentían que iban a estar fuera de lugar. Ahora se sienten muy a gusto, porque ven gente de su edad, es un lugar seguro, no se les critica, es un ambiente en el que se les va a apoyar y poco a poco se dan cuenta que van desarrollando sus habilidades. Una de ellas me decía: ‘Es que a mi edad la memoria no me da’, y en realidad es cuestión de practicar, una vez que se dan cuenta que la memoria también se entrena, así como se entrenan los músculos, se quedan sorprendidas, y dicen ‘Nunca pensé en poder dar un monólogo’. Y se sienten realizadas”.

Pero el aprendizaje no sólo es del maestro a los alumnos, Fernando cuenta que de sus alumnos, de todas las edades, ha recibido grandes enseñanzas.

“Uno como maestro cree que da, pero no es cierto, uno recibe más de lo que da, en primer lugar energía, cada vez que entro a clase me recargo de energía, y además conoces puntos de vista diferentes que te amplían el panorama, y reconozco que con ellos he ido aprendiendo mucho, y al final uno se da cuento que no debe sentirse acabado, que nadie te diga ‘Tú ya no estás para esto, tú ya no tienes edad, dedícate a otra cosa’. Nadie te puede decir ‘Dedícate a otra cosa’. Si uno quiere, puede. Aquí lo más importante es estar viendo fortalezas y áreas de oportunidad”.

Con el Centro Cultural “Gómez Morín”, Fernando ya llevaba una relación de varios años, porque en la víspera de Navidad llegaba a realizar el montaje del Nacimiento, con piezas que él mismo creaba o que iba comprando de manera especial.
Pero justo en medio de la pandemia, Fernando, quien tiene una trayectoria como escritor, cumplió un deseo que alimentaba desde años atrás: hacer teatro. En 2020, con la puesta en escena “Simio”, una pieza de Franz Kafka que adaptó también, debutó en la escena teatral. El mismo teatro lo llevó al cine.

Participó en la película “¿Cuándo volverás?”, filmada en la Sierra Gorda; y en donde también participó Clementina Guadarrama, actriz recordada por la película “Roma”; Alejandra Camacho y Giselle Barrera, jóvenes actrices de la premiada cinta “Noche de fuego”. Y entre otros proyectos, también realizó una película a lado de Eduardo Yáñez. Y su incursión en el cine y el teatro lo llevaron a ser productor y director de cine, realizando proyectos como “Hadas”, y más recientemente estrenó “Desolación”.

Por estar enfocado en la escena teatral, en lugar del montaje del Nacimiento, recibió la invitación para realizar un taller de teatro en el Centro Cultural “Manuel Gómez Morín”. En el primer semestre del curso, se realizó un espectáculo de Noches de Leyenda y se propuso una callejoneda al interior del mismo centro, se esperan entre 40 o 50 personas, llegaron más de 350 personas. El interés de los alumnos y del público está comprobado.

Google News

TEMAS RELACIONADOS