El rostro oculto de Francesca Dalla Benetta se encuentra en exposición en el Centro de las Artes (CEART) de Santa Rosa de Viterbo, Querétaro. Se trata de una muestra de esculturas e instalación, que permiten conocer el trabajo de la artista italiana, trabajo en donde predomina la belleza de la esencia humana.
“Cada escultura que habita esta sala lleva el murmullo de mi pensamiento, la vibración de mis silencios. Al mirarlas, siento cómo mi mundo interior se expande y toca el de quienes se acercan. El rostro oculto no sólo es una exposición, es un diálogo entre mi cuerpo, mis recuerdos y quienes deciden mirar más allá de lo evidente”, explica la artista, reconocida por su escultura figurativa y fantástica.
La exposición de Francesca recibe al visitante desde la puerta principal del CEART, y recorre sus principales pasillos hasta llegar a una bella instalación en las icónicas escaleras del antiguo convento.
“El rostro oculto abre una ventana hacia el universo interior de Francesca Dalla Benetta. La exposición reúne esculturas e instalaciones creadas en 2023 que hoy recorren la República Mexicana como una invitación a explorar la esencia humana a través de la identidad”, detalla el texto que acompaña la muestra.
En cada obra se entrelazan las múltiples facetas de la artista: de la física a las artes, de Italia a México, del cine a la escultura. Transformaciones que se vuelven alegorías colectivas, donde los rostros se convierten en máscaras y las máscaras en verdad.
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“Francesca propone un viaje donde la vulnerabilidad se vuelve identidad y los materiales en su honestidad, revelan lo que somos más allá de las apariencias. El rostro oculto no es sólo una exhibición, es un espejo donde el arte se convierte en memoria compartida”.
En Identidad, las 29 esculturas reunidas trazan un autorretrato expandido.
"En los niños y sus amigos imaginarios, la inocencia se encarna en criaturas fantásticas que acompañan a la infancia. En Metáforas del ser, cuerpos fusionados con animales, minerales o plantas revelan los roles y máscaras sociales”.
La serie Ícaro enfrenta la contradicción entre el deseo de volar y el miedo a la caída. En Entre la memoria y el sueño, lo onírico se vuelve materia para recordar que la identidad es un tejido abierto. Y finalmente, en Identidad transitoria, la experiencia migrante se transforma en diálogos entre culturas, contraste y reinvención.
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Lo que une a la exposición El Rostro Oculto es la belleza. Conexiones, una gran instalación en las escaleras principales del CEART. “Aquí, la identidad individual se abre hacia lo colectivo. Manos monumentales de resina sostienen hilos entrelazados en tonos rojos y rosas, creando un mapa sensible de las relaciones humanas. Cada hilo es un vínculo, cada color una intensidad. La instalación es una metáfora de las redes que nos sostienen, delicadas, frágiles, necesarias”.
La muestra llegó a Querétaro tras estar en el Museo de Arte Contemporáneo de San Luis Potosí y el Museo Metropolitano de Monterrey. La exposición estará abierta hasta el 25 de noviembre en el CEART.