Montreal.— Dani Shivers es una estudiante de veterinaria de Mexicali. Todos los fines de semana viaja dos horas y media en autobús hacia su natal Tijuana, en donde se transforma en una interprete de pop experimental.

Sus dos vidas, que divisa en ventanas iluminadas por el sol impetuoso de México y sus casi 30 grados centígrados, contrastan esta vez con el frío Montreal, a donde ha llegado para participar en la Red Bull Music Academy (RBMA, por sus siglas).

El evento se organiza cada año en diversas partes del mundo y tiene como objetivo reunir a 70 músicos nóveles de diversos países durante dos semanas en las que reciben pláticas con especialistas en música, realizan actividades y son provistos de estudios musicales con toda clase de experiencias.

Dani representa a nuestro país con lo que en los organizadores consideran un pop oscuro, inspirado en brujas y fantasmas. Y la brumosa ciudad canadiense parece ir a tono con su estilo, en especial cuando decide tomar el autobús, esta vez con cristales poco iluminados y casi cero grados centígrados.

“Me sentí orgullosa de haberme ahorrado 40 dólares, lo difícil fue caminar unas 10 cuadras con mis instrumentos y el clima. Ya en mi habitación me puse triste, porque no es un lugar que conozca, tenía ganas de acostarme, no salir y dormirme”, cuenta la artista unos días después.

Shivers no sólo salió de su habitación, sino que se adaptó y sobresalió.

Mientras conversa con EL UNIVERSAL está por participar en un gran evento, uno de los últimos en la RBMA: un concierto realizado por el productor, escritor y músico Chilly Gonzales, para el que fue seleccionada junto con cuatro compañeros.

En el show, realizado en el anfiteatro Il Gesù (uno de los teatros más antiguos de Montreal, inaugurado en 1865-), la mexicana pudo mostrar dos de sus piezas adaptadas por el artista canadiense que recibieron una ovación.

No es la primera vez que la joven de 27 años enfrenta cambios: estudió cine, luego se mudó a la Ciudad de México por dos años, a Los Ángeles, regresó a Tijuana y finalmente intercaló su estancia con Mexicali, en donde también estudia veterinaria.

“Los retos siempre dan un poco de miedo, pero creo en el poder mental, debes agarrarlos y pensar que eres más grande que ellos para poder enfrentarlos”, aconseja.

El proyecto Dani Shivers inició en 2009 con piezas improvisadas que no tuvieron una estructura sino hasta 2011. La joven decidió retomar el pop y llevarlo con orgullo por matices más oscuros que agradaron a los miembros de RBMA.

Tras un par de intentos, fue seleccionada para acudir al evento el año pasado en París, mismo que fue suspendido por los atentados. Así que tuvo que esperar unos meses para viajar ahora a Montreal.

La experiencia suele incluir pláticas con una veintena de gente de la industria musical.

“Me gustó mucho la plática con un rapero llamado Ka, aparentemente no tiene que ver con mi estilo, pero tiene muchas ideas interesantes, como que no le gusta tocar en vivo pues su música es para escucharse en la intimidad”, explica Dani.

Ka no sólo es rapero también es bombero, por eso la joven mexicana quiere continuar con las buenas calificaciones en sus estudios en veterinaria mientras alista su tercer álbum. No tiene idea de si llegará a ser famosa, pero para ella la satisfacción musical no va de la mano con ser popular.

“Nunca he invertido en equipo, a lo mucho al inicio gastaba como 50 pesos en un juguete que hacía música. Lo mío ha sido un proceso de desarrollar mi música, lo que me gusta componer y crear. Estando aquí, en esta especie de reality show, me doy cuenta de que si hay quien te escuche”.

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