En el Centro Histórico de Querétaro se encuentra un lugar que busca ofrecer a sus clientes una original opción gastronómica con productos de calidad en un ambiente 100% mexicano, con el plus de la increíble vista que tiene hacia el Templo de la Santa Cruz.

“Barrio Santo” nace del sueño que tenían dos amigos de poner un restaurante, se trata del productor de eventos Juan José Vera y del chef Omar Montalvo, quienes hace cinco años decidieron tomar el traspaso de un negocio de comida mexicana, y al enfrentarse con el dilema del nombre, decidieron conservar el que tenía, pero lo adecuaron a un nuevo concepto.

Fue así como nació “Barrio Santo” con la identidad del icónico Enmascarado de Plata, quien aparece silueteado en el logotipo, además, decidieron dejar la palabra barrio como un referente al Barrio de la Cruz, y la decoración complementó la intención de sus creadores con posters de películas de la época, de este luchador.

Y ya entrando en materia gastronómica, la carta está compuesta por hamburguesas y ensaladas, en su mayoría son elaboradas con quesos orgánicos e importados madurados de seis hasta 24 meses, acompañados por el pan de la casa; todo creado por el Chef Omar Montalvo.

Para comenzar con la experiencia gastronómica, se puede ordenar alguna entrada como calamares fritos o empanizados, bruschetta con mozzarrella o bien, unas alitas.

Pero si lo que se tiene es un hambre voraz, la opción ideal es una de las hamburguesas especiales como la ‘Gorgonzola’, que se sirve con queso gorgonzola, pera, nuez y lechuga; también está la ‘Greek’ que lleva pepino y aceitunas, o la de la casa.

“La hamburguesa Barrio Santo contiene 180 gramos de carne a la parrilla con queso pirámide de oveja madurado en cava, cebolla caramelizada, portobello salteado y tocino canadiense. Toda nuestra carne es de primera calidad y sazonada sólo con sal de mar y pimienta negra. Además, nuestras papas son naturales, cortadas a cuchillo y llevan fritura”, detalló el chef.

En total, el lugar ofrece seis variedades de hamburguesa, que tienen como base, carne, pollo o pescado y hasta cuentan con una opción vegetariana de portobello, todas se pueden acompañar con papas a la francesa, bravas, sazonadas, chips de camote o ensalada.

En cuestión de bebidas, cuentan con cervezas artesanales, vino tinto o blanco, micheladas, limonada, naranjada y la sangría de la casa.

“Manejamos vinos mexicanos, argentinos y españoles, tenemos de un viñedo queretano que se llama Terco y el que siempre recomiendo a mis clientes es el tempranillo, ya que tiene una redondez muy peculiar”, puntualizó Omar Montalvo.

Pero el viaje gastronómico no termina con el plato fuerte y la bebida, ya que literalmente, cuentan con una cereza del pastel, que son tres dulces delicias: un budín de pan con helado de vainilla y plátanos a la parrilla; peras al vino tinto, y peras en crema, que para contrastar al paladar suelen acompañarse con café americano o expresso.

Uno de los secretos del lugar es que no utilizan muchos condimentos, con el objetivo de que cada uno de los ingredientes conserve su sabor original, además de la estricta selección de sus materias primas.

“Hemos encontrado en muchos productos orgánicos la calidad que buscamos. Por ejemplo, las alitas son de pollo orgánico con menos hormonas dañinas, este pollo tiene un color y sabor diferente, además de ser más pequeño. También el rancho de donde traemos el queso de oveja, tiene certificación”, puntualizó el chef y copropietario.

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