El valor de una joya no radica exclusivamente en su precio, sino también en las historias que atesora. Si la pieza en cuestión es obra de Tane, ésta resguarda, además, un alto nivel de esmero y habilidad, así como un buen número de horas de trabajo. Y es que esta marca mexicana es sinónimo de tradición, manufactura artesanal y exigencia creativa.

La historia de esta firma comenzó a escribirse en 1942, cuando los padres de Pedro Leites –fundador de la empresa– llegaron a nuestro país originarios de Francia. Fue su madre, Natalia, quien estableció un negocio, en el número 98 de la calle Liverpool, para ayudar a su esposo. Ahí empezó a fabricar y vender bolsos de piel.

El matrimonio buscó entonces un nombre para su establecimiento, mismo que debía ser corto, agradable y fácil de pronunciar. Decidieron utilizar las primeras letras de la palabra francesa tannerie, que en español significa curtidería y se relacionaba con la labor de su local.

En 1953 se mudaron a la calle de Amberes. Fue el abuelo de Leites quien le dio un giro al negocio, orientándolo al trabajo en plata. Dicho personaje tomó como referencia el arte prehispánico para crear una serie de piezas que se alejaban de los clichés de la época. A él se le debe el uso de la plata vermeil (bañada en oro de 23 quilates) en cada uno de sus diseños.

Los años 60 fueron testigo del crecimiento de la marca, que empezó a competir con importantes nombres de la platería de aquel entonces. Sus productos se diferenciaban de otros por su carácter humano, ya que estaban hechos por artesanos y no por máquinas.

Símbolo de distinción

A partir de la década de los 70, Tane comenzó a desarrollar piezas de Arte Objeto, con el objetivo de fortalecer la tradición de orfebrería en plata y de ofrecer esculturas a la medida de un adorno de mesa. Para ello, convocaron a pintores, escultores, arquitectos, entre otros artistas.

Reconocidos nombres, como Luis Barragán, Leonora Carrington, Juan Soriano, José Luis Cuevas, Sebastián y Ricardo Legorreta, por mencionar sólo algunos, se incluyen en su larga lista de exclusivas colaboraciones. Los diseños han sido realizados a mano por sus orfebres, en series limitadas de 12 a 24 piezas.

Es justamente esta relación con el arte la que marca una diferencia entre esta firma con otras. De igual manera, su amor por nuestro país y prácticas ha inspirado una variedad de diseños. Por ejemplo, sus icónicos Gallos surgieron de unos apuntes de una pelea en un palenque. Tal ha sido su éxito, que el expresidente Adolfo López Mateos regaló ejemplares de estas piezas a los reyes de Bélgica durante una visita oficial.

Uno de los grandes méritos de esta marca mexicana ha sido posicionarse como un referente obligado en los campos de joyería –no sólo en el trabajo de la plata, sino también con oro–, Arte Objeto y de orfebrería. En su catálogo de productos para el hogar se incluyen jarras, charolas, cuchillería, candeleros, juegos de té, marcos, entre muchas más piezas.

Joven a los 70

Bien es sabido que una joya es un objeto perdurable, transmitido en muchas ocasiones de una generación a otra. Consciente de ello, Tane se ha enfocado desde su origen a idear creaciones cuyo diseño y manufactura desafíen las barreras del tiempo: su tradición y vitalidad creativa han hecho de su nombre un icono atemporal.

Hoy más que nunca, pasado y presente se entrelazan para definir su rumbo futuro, en el que se busca atraer a nuevos consumidores, sin desatender, claro está, a sus clientes más fieles, quienes han quedado prendidos durante décadas de la calidad y elegancia de sus diseños.

Para llevar a cabo este plan de renovación, Tane ha depositado su confianza en Nino Bauti, diseñador de origen español, quien hace unos meses fue nombrado director creativo. “¿Quién diría que no a una firma de lujo con tanta historia, buen hacer y con una elegancia tan individual? Además, la idea de volver a México, un país que amo, me ayudó mucho a tomar la decisión”, comparte al respecto de su fichaje.

Este ciudadano del mundo –Nino ha vivido en países como Japón, Francia, Turquía e Inglaterra– cuenta con estudios en historia de arte, así como en diseño de moda por parte del Central Saint Martins College of Arts and Design de Londres. Asimismo, ha formado parte del equipo de reconocidas casas de moda.

“Entre mis planes para Tane están que sea la marca de lujo que represente a México con orgullo a nivel internacional, que los mexicanos consuman más producto hecho aquí por sus compatriotas, con la materia prima que les da su tierra; y adaptar la marca a los tiempos actuales, ampliando nuestro portafolio de producto creando una marca lifestyle”, señala el creador respecto a su labor dentro de la marca.

De esta manera, Tane estaría volviendo a sus raíces con el lanzamiento de una línea de bolsos, además de una de pañuelos. La visión moderna, y hasta cierto punto osada de Nino, se ha reflejado hasta ahora en una colección de anillos y brazaletes para hombre, así como en el concepto de las campañas publicitarias de la marca, en el que predominan la sensualidad y una estética oscura.

El segundo aire de Tane

La colección Primavera/Verano 2014, titulada Origami, marca un nuevo rumbo para la firma. Las piezas que la integran revelan un carácter joven, urbano y un tanto desinhibido, que las vuelve perfectas para mujeres y hombres de distintos estilos y personalidades; eso sí, los diseños respetan en todo momento las máximas de calidad y elegancia que han distinguido a Tane a lo largo de siete décadas.

De la actual propuesta destacan las formas geométricas que, a pesar de su aparente rigidez, brindan una discreta sensación de movimiento. Brillo y energía se depositan, de igual forma, en modelos versátiles, que invitan a cambiar de actitud y vestimenta para transcurrir del día a la noche llevando los mismos accesorios.

“En Origami se presentan diseños un poco más atrevidos y estructurados, dirigidos a un público más joven. Entre mis piezas favoritas están el anillo y pulsera Eletra, ya que tienen una elegancia contemporánea y un diseño que los vuelven clásicos”, apunta Bauti sobre esta colección.

Justamente, esta firma mexicana ha conseguido fusionar en sus diseños la tradición con un sentido estético y contemporáneo, de ahí que éstos logren establecer un vínculo estrecho con sus afortunados poseedores. Sí, las joyas suelen atesorar valiosas historias, pero Tane ha desarrollado un lenguaje en el que la elegancia y la pureza de la plata conectan a distintas generaciones.

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