Nunca se es demasiado grande para seguir jugando con una Barbie, menos aun cuando tienes la oportunidad de vestirla. ¿Cuántas chicas no hemos soñado con ser esta muñeca y contar con sus innumerables opciones de vestuario? Hoy es posible gracias a la diseñadora Paola Wong, quien creó una colección para celebrar los 50 años de trayectoria en el mundo de la moda de la famosa muñeca. Inspirada en las siluetas de la década de los 50, Wong ideó una línea compuesta por 20 looks y platicó en exclusiva con Dé Última sobre este sueño hecho realidad: ¡vestir a Barbie!

Platícanos cómo es un día normal en la vida de Paola Wong.
Me despierto, me baño y desayuno todo en diez minutos, ¡rápido, rápido, rápido! Vivo un poco lejos de Polanco, donde están nuestras oficinas, así que aprovecho para mandar y contestar mails, escuchar música y oír noticias. Al llegar trato de enfocarme ciento por ciento en todos los detalles de la marca, en todo el proceso, desde el diseño hasta el producto terminado.

¿Alguna vez consideraste colaborar con un icono como Barbie?
Toda mi vida lo soñé y cuando llegó el momento no me la creí, sigo sin asimilarlo. La verdad es un icono con el que creces, juegas, compartes, se lo pides a Santa Claus; es muy aspiracional para las niñas e incluso para las mujeres. Hubo un contacto de Mattel con Pink Magnolia; se buscaba lograr un clic perfecto de Barbie con otra marca, y se identificaron con la nuestra.

¿Cómo lograste conectar los valores de tu marca con los de Barbie?

Fue muy chistoso porque en la primera junta que nos comunicaron los valores de Barbie, todos, quizá de una forma indirecta, tenían que ver con los de Pink Magnolia. Iconic: todo lo que hagas debe ser icónico. Luxury: se debe trasmitir un grado de lujo y elegancia. Eye Candy: ¡hay que brillar!, y Pink Magnolia brilla. Pink Power: bueno, el término lo dice todo. Mientras nos iban enumerando los valores, sabía que no me iba a costar trabajo, lo complicado fue sintetizar y decidir. Queríamos  hacer todas las Barbies, y escoger sólo una fue un reto, pero nos decidimos por la que más se identificaba con la marca. Optamos por la primera Barbie, la que encarna lo elegante y romántico.

¿Cuál es tu parte favorita al momento de crear una nueva colección?
La parte de bocetaje. De 200 bocetos tuve que escoger los que realmente se iban a producir. Si hubiera tenido más presupuesto, seguramente hubiera hecho todos los modelos. Se hizo una
colección pequeña que va de acuerdo con lo que Pink Magnolia puede sostener ahorita. Lo que más disfruto es ver el producto terminado en alguien más y comprobar que luce increíble.

¿Cómo es trabajar al lado de tu hermana? ¿Cómo separan el negocio de la familia? ¿De qué manera se complementan?
No es fácil, pero tampoco es difícil. No es sencillo porque somos hermanas pero, al mismo tiempo, dependemos mucho la una de la otra y hacemos una mancuerna muy buena. Pamela ve temas como la administración, los números, las relaciones públicas y la mercadotecnia, mientras que yo me enfoco por completo en lo creativo, que es muy demandante. Ella me aporta mucho y yo a ella, es una sinergia súper padre, tenemos mucha paciencia, consideración y prudencia, que  hemos construido a lo largo de los cinco años que lleva Pink Magnolia. Pero no sólo se trata de mi hermana, también está el resto de la familia, que nos apoya muchísimo, al igual que mi novio. Al final todos están ahí, ayudándonos y entendiéndonos.

Exportaciones a Dubái, Japón, Hong Kong, ventas en Saks Fifth Avenue, Minnie Mouse, Barbie y tan sólo 27 años de edad. Dinos qué más sigue.
Bueno, continuar con nuestras estrategias. Tenemos dos, la internacional y la nacional. Todo está planificado para que siga caminando de una manera positiva, no te puedes dar el lujo de equivocarte. Queremos seguir con la expansión comercial, porque lo más importante en este negocio es vender. Seguiremos con la expansión para poder estar al alcancé de mas mujeres.

¿Cuál es el reto más grande que han enfrentado como marca?
El financiamiento, cuando tienes que financiar a empresas más grandes que la tuya porque te pagan 180 días después de la entrega, y debes financiar esos pedidos, esas producciones. Es muy difícil buscar quién te apoye económicamente. En México no es fácil obtener dinero, y menos para empresas en término medio o startups. Ya empiezan a  surgir más iniciativas gubernamentales, pero incluso así, si no fuera por los esfuerzos de Pamela, esto no sería lo mismo

¿De qué manera consideras que se puede apoyar más al diseño mexicano?
Mi sueño guajiro es que, más que darnos créditos a los diseñadores, nos brinden facilidades fiscales a los emprendedores. Se están generando iniciativas interesantes. ProMéxico, por ejemplo, llevó a algunos talentos emergentes  a París, pero la moda queda en el olvido cuando hay problemas más graves por resolver en el país. Así que la idea es no quitar el dedo del renglón.

¿Cuál es tu clave para el éxito?
Estar en paz con lo que ya hice, con lo que estoy haciendo y con lo que va a pasar, de esa forma no me estreso. Al final, everything its writing. Estoy en paz, todo me ha llevado a cosas buenas o malas y a ser a quien soy hoy en día. Eso me hace confiar que lo que pase mañana  siempre será para que ocurra algo mejor.

¿Cuál es el mejor consejo que has recibido?
El mejor consejo que me han dado es  que confíe en Dios, aunque la verdad no me considero una persona muy religiosa.

¿Qué consejo le darías a los jóvenes emprendedores que luchan por sacar adelante sus proyectos?
Dejar de ver lo que están haciendo los demás, ser autocríticos y concentrarse en su trabajo. Si realmente quieren crecer y transcender, entonces deben enfocarse en sus creaciones y sólo tomar en cuenta  aquellas críticas que sean constructivas, no destructivas.

Google News