Hace muy poco tiempo lo más importante al decidir la compra de un teléfono inteligente era la cámara o la preferencia del usuario respecto a los diferentes sistemas operativos (Android, iOS, Windows Phone, etcétera). “Ahora viene la importancia del procesador. Cada vez más, la gente reconoce que existen procesadores mejores que otros y que estas piezas son algo fundamental para el desempeño de los dispositivos”, dijo Alfredo Gutiérrez, coordinador de enlace de medios en Oppo, una marca de teléfonos inteligentes de origen chino que está teniendo un rápido crecimiento en México.

El ejecutivo señaló que si bien el procesador apenas empieza a ser el elemento decisivo al momento de las compras, sí está creciendo en importancia, “hay que educar a la gente de qué puedes hacer y qué no con cada procesador, mostrar por qué uno es mejor que otro. Porque, incluso dos equipos pueden tener el mismo procesador y funcionar de manera muy diferente”.

Es ahí donde entra el tema de la mejor o peor integración de software y hardware que hacen las diferentes marcas tecnológicas dedicadas a producir móviles. En este campo, Apple es una de las empresas que más destaca. Como señaló Walter Isaacson en su libro Jobs, el célebre fundador de la empresa de la manzana sabía que la forma de alcanzar el éxito en sus dispositivos era asegurarse de que el hardware y el software de cada lanzamiento estuvieran bien integrados. Es por eso que los procesadores y el sistema operativo iOS fueron diseñados específicamente para funcionar juntos.

Y es que detrás de un equipo eficiente, multitarea, con carga rápida y diversas funcionalidades de última generación, hay un procesador que se encarga del trabajo, un elemento que vale la pena considerar cada vez que se adquiere un dispositivo.

Elemento fundamental

Para entender la importancia del procesador en el funcionamiento de los dispositivos electrónicos, las marcas hacen una analogía con el motor de los autos, si se cuenta con uno grande, de buena potencia, el desempeño será mejor. Sin embargo, es importante considerar la integración con el resto del automóvil para estimar el rendimiento real. “Lo mismo pasa con los equipos de cómputo, un procesador de gama alta, nos asegura una buena potencia, pero hay que tener un buen balance e integración con los demás componentes, por ejemplo memoria, disco duro y por supuesto con las aplicaciones de software, que es donde podemos percibir un mejor desempeño o experiencia como usuario”, advirtió Morales.

Para Hugo Simg, director de la compañía asiática fabricante de microprocesadores, MediaTek, es importante que los usuarios entiendan mejor la importancia de este elemento, “es muy común que al momento de escoger un equipo los usuarios se fijen principalmente en el diseño y la resolución de la cámara, muy pocos le prestan atención al procesador, sin saber que es el cerebro y corazón del dispositivo móvil e influye significativamente en que todos esos factores en los que se fija el usuario funcionen bien”.

Agregó que uno de los retos es eliminar la idea que se tenía respecto al procesador de las computadoras, “lo relacionamos con el CPU (unidad de procesamiento central) pero en smartphones es un producto más complejo porque no sólo toma las funciones de manejo de información y ejecución de aplicaciones, sino también interconectividad a red, procesamiento gráfico, pantalla, conectividad de puertos, sensores, etcétera”.

Aunque físicamente sólo se trata de un pequeño bloque con dimensiones de cinco por cinco milímetros, y un grosor de menos de un milímetro, Iram Monroy, director de consumo en Intel, detalló: “este ha permitido transformar el grosor del equipo, el peso, la capacidad táctil, la productividad. La elección de cada chip depende del uso que se le vaya a dar al equipo, no es lo mismo un uso empresarial que el de un estudiante al que le interesa más la duración de batería”.

Advirtió que una gran memoria RAM puede ser un gancho fácil para los usuarios, quienes de estar mejor informados entenderían que no es un elemento crucial, “como con el auto sabemos que la memoria equivaldría a la cajuela, y el disco duro al tanque de gasolina, así que puedes almacenar más cosas, pero eso no hace que el auto vaya más rápido, y con un buen procesador no sólo obtienes eso sino más kilómetros por litro, es decir más tiempo sin conectarse a la energía eléctrica”.

Cabe señalar que el tema ya no sólo atañe a los smartphones, tabletas o computadores, para 2020 se calcula que existirán más de 100 millones de cosas conectadas en el mundo, y es que con el advenimiento del Internet de Todo, objetos de uso cotidiano serán inteligentes.

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