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A través de Matías, el protagonista de su nueva novela, Daniel Krauze explora un tema que actualmente le interesa mucho: la responsabilidad. “Veo un patrón en la clase media alta y en la burguesía mexicana y el patrón es que huir es más fácil que enfrentar, y lo dice alguien que está viviendo y estudiando fuera de México; veo a gente que está interesada en huir, que prefiere vivir fuera, que enfrentar la realidad de México”. Ese es el trasfondo de Fallas de origen, la novela con la que obtuvo el Premio Letras Nuevas de Novela. Daniel, hijo del historiador Enrique Krauze, dice que con Matías quería explorar la responsabilidad que los mexicanos tenemos con la patria, sobre todo a través de un personaje que tiene una identidad dividida. “Matías más que yo, puede decir que su identidad está dividida entre Estados Unidos y México, él nació allá y su padre es norteamericano; me interesaba ahondar mucho en el tema de a dónde pertenece él, dónde está su identidad y dónde está su lealtad, a quién le debe, dónde está su responsabilidad como mexicano”. Matías es un personaje que recuperó de Cuervos, su primera novela, que ahora califica de “muy juvenil y moralista”; allí ese joven se va de México y si ahora lo hace volver es para, a través de él, explorar la responsabilidad de la clase media alta y la burguesía mexicana para con su patria. Daniel Krauze enfrenta otro tema difícil: la muerte del padre “¿Cómo la afronto?, fue muy complicado porque mi papá está vivo -Daniel da varios toques a la mesa, “toca madera”-, tenía que imaginar algo que no he vivido y que es una experiencia que define o que cambia la vida para siempre”. Lo que hizo el también autor de Fiebre -la novela que más le gusta-, fue tomar al padre como símbolo. “El padre de Matías es símbolo de lo más valioso de la identidad mexicana que está a punto de fallecer, esa pérdida de la identidad mexicana si la puedo entender, hay cosas donde tiendo a la melancolía, a ser medio romántico y a idealizar; tengo nostalgia por un México menos violento, menos polarizado políticamente, quizás menos frívolo; para mí el padre de Matías significa esa pérdida y esa sí la puedo entender, así abordé la muerte del padre, más que como la muerte de una persona, es la muerte de una esencia o de un conjunto de valores”. La patria se hace Daniel Krauze vive fuera de México, estudia la maestría en Creative Writing en la Universidad de Columbia, desde allí es coeditor del sitio de Internet de Letras Libres. “Me sacan mucho de onda las personas que viven fuera de México y que no planean regresar, que no extrañan México y que dicen: ‘México es un desmadre, por qué voy a vivir ahí si tengo la oportunidad de vivir en Miami’. Yo sí creo que hay una responsabilidad, sí creo que la patria no se hereda, que la patria no se hace desde fuera, es decir, hay excepciones, Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Del Toro ponen el nombre de México muy alto, pero es diferente irte para construir algo afuera a irte huyendo y creo que es muy evidente en Fallas de origen lo que yo opino de las huidas”. Así como Daniel ya no se confronta con su apellido y no se desgasta en peleas tontas de si es hijo de Enrique o hermano de León, también en cada novela aspira a superar la anterior. “En Cuervos hay un héroe, que es al que le bajan a la novia al final; quería que el personaje protagónico de Fallas de origen fuera mucho más ambiguo y que por lo tanto sus críticas e inquietudes con lo que lo rodea también fueran más ambiguas, de decir esto está mal, esto está bien”.