Las placas por cada 100 representaciones teatrales son la historia de cada recinto contada en láminas grabadas. Ahí se puede leer la historia del teatro en México desde la década de los cincuenta aunque lamentablemente algunas placas han desaparecido de los muros debido a que el recinto cambia de dueño o desaparece. La develación de placas fue impulsada por Fela Fábregas y es una tradición única en el mundo, ya que sólo en México se realiza.

Morris Gilbert (Mentiras) cuenta: “A los extranjeros les sorprende muchísimo, lo aquilatan y les parece una tradición interesante, diferente y linda”. Son tantas las placas que tienen en cada teatro que muchos productores han perdido la cuenta.

Gilbert comenta que ha realizado 36 mil representaciones teatrales “debería tener 360 placas”, dice. “Hay dos tipos de placas, las copias que recibe el staf y las que se quedan en el teatro y uno espera que ahí continúen siempre”.

La productora Tina Galindo, administradora del Teatro de los Insurgentes, cuenta que han tratado de conservar todas las placas. “Puedes encontrar obras de los años 50, claro que a veces no puedes poner todas y algunas por el paso del tiempo ya no se ven bien, pero las tenemos bien guardaditas, eso de tirarlas o regalarlas, para nada”, aseguró.

El foro Shakespeare conserva las 82 láminas que se han develado en ese recinto, las cuales son protegidas por Alejandro Reyes, quien ha sido testigo de su historia en los últimos 30 años y las cuida con un líquido limpiador de vidrios.

Morris Gilbert tiene la réplica de cada placa de sus obras en su oficina y las conserva en un marco de poliéster. “Está tapizada de piso a techo, divierte que ya casi no tengamos espacio”, y cuando ya no le quepan en sus muros, “entonces pondré otro muro”, sostiene el productor.

El nacimiento de las placas

Fela cuenta que en 1956 Manolo Fábregas presentó su primera obra en el Teatro de los Insurgentes que se consideraba lejos del DF y cerca de Cuernavaca. Y nacesitaban hacer algo atractivo. “Le dije a Manolo, ‘¿por qué no me dejas hacer un estreno para Testigo de cargo?’ Y él estaba tan ocupado que me dijo: ‘Haz lo que quieras, güera, es tu responsabilidad’; yo hice el primer estreno en México e inicié con las placas centenarias, todo por amor a Manolo”, contó Fela quien en aquella ocasión mandó imprimir un programa de lujo de 52 páginas e invitó a celebridades del mundo social y cultural

Para la siguiente obra, Horas desesperadas, “había que estilumar la temporada con algo que lo hiciera más atractivo y pensamos en celebrar las 100 funciones con un coctel en el lobby para la prensa pero no resultó tan efectivo”.

Era un verdadero logro llegar a las 100 representaciones, ya que las temporadas solían durar semanas.

Fue hasta el tercer montaje Divorciémonos, también en 1956 que comenzaron a celebrar el centenario de representaciones con grabados: “El que tuviera un plus llevando a un personaje que va a develar una placa eso lo hizo insólito, les pareció maravilloso”, contó Fela quien recuerda que algunos de los primeros invitados fueron Lola Beltrán , Mauricio Garcés y El loco Valdéz. Actualmente hay dos personas fabricantes de las placas de latón: Carlos Castellón y Mariana González.

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